La reciente conferencia del Jueves Minero, organizada por el Instituto de Ingenieros de Minas del Perú (IIMP), abordó la importancia de la gestión social en este sector. Gustavo de Vinatea, gerente de Relaciones Institucionales en Compañía Minera Ares, de Hochschild Mining, consideró que en nuestro país hace falta un trabajo más articulado y alineado por parte de los distintos organismos de gobierno para hacer frente a situaciones de conflicto social o riesgo de ello.
“Las gestiones públicas modernas se realizan alrededor del problema. Las gestiones públicas tradicionales son compartimentos estancos, con sus mesas de partes, cada ministerio, y eso es lo que a mí me ha tocado vivir (…) cada uno en su sector como compartimentos estancos porque no nos organizamos como Estado alrededor de qué queremos. ¿Conflictividad en minería? Perfecto, nos organizamos como Estado y todos actuamos en una sola línea, eso no existe acá”, indicó.
Asimismo, señaló dos grandes retos que se debe superar para la gestión de conflictos sociales en general, así como en torno a la minería. “Advierto una debilidad institucional en el Perú. Y es que, en el manejo del conflicto, las oficinas de diálogo de todos los ministerios actúan, pero reactivamente y sin una estrategia”, dijo.
Según De Vinatea, el hecho de trabajar en compartimentos, sin saber lo que sucede en otros ministerios, debilita la institucionalidad e impide conocer experiencias exitosas que se pueden replicar como un modelo de Estado.
“Lo otro es el poder tener zonas de tratamiento especial. Es algo que también debemos impulsar alrededor de las zonas mineras deberíamos ya ponernos pantalones largos y decir el Estado tiene que cuidar esa unidad de producción”, apuntó en segundo lugar.
En ese aspecto, refirió que muchas veces los conflictos no se dan porque existe una operación minera en determinada zona, sino porque hay ausencia del Estado y de servicios básicos. Sin embargo, al molestar o generar problema a la minera, el Estado se hace presente. De acuerdo con él, no debería ser así, la población debería contar con presencia del Estado y las empresas con zonas de tratamiento especial.
Los conflictos se asocian bastante con las mesas de diálogo y a veces se cuestiona si este mecanismo realmente funciona. Al respecto, Alexandra Ames, consultora en temas de Gestión Social y exsecretaria de Gestión Social y Diálogo en la PCM, indicó que el mecanismo debe tener una estrategia preventiva para funcionar con éxito y no solo reactiva, sin protocolos para establecer compromisos y un verdadero consenso multiactor.
Si bien Ames consideró que el manejo de las mesas de diálogo varía de acuerdo al territorio y comunidad, resaltó dos ingredientes fundamentales en términos de valores, tanto para el sector público como privado. “Es la empatía, la capacidad de conectar con lo que el otro quiere o necesita o está pidiendo; y el compromiso con el desarrollo territorial”, precisó.