Angela Grossheim, directora ejecutiva de la Sociedad Nacional de Minería, Petróleo y Energía (SNMPE), asevera, que “la minería añade valor al mineral, porque lo que busca es explorar estos yacimientos, extraerlos, procesarlos y darles un valor comercial. Todo ello es un proceso de transformación completa, con inversiones a largo plazo, tecnología e innovación”.
La representante gremial y exministra de Energía y Minas dijo que la industria minera tiene dos retos importantísimos. El primero consiste en cómo poner en valor el gran potencial que trae el oro y el cobre, los cuales, además, juegan un rol fundamental para la transición energética.
A juicio de Grossheim, la minería tiene el reto de potenciar la competitividad y bienestar de la población, impulsando el crecimiento del sector de la mano de otras actividades productivas, tales como agroindustria, pesca y turismo.
“Esto nos lleva a pensar en cómo implementamos los planes de desarrollo e inversión, priorizando y estableciendo plazos, generando un rendimiento de cuentas. Debemos tener autoridades preparadas para poder realizar estas actividades, sobre todo, para el correcto uso de los recursos del canon en favor de las comunidades”, indicó.
Por otro lado, la ejecutiva de la SNMPE destacó el efecto dinamizador que tiene la minería como generador de empleo directo, indirecto e inducido. “El estudio realizado por el CCD ha mostrado que la puesta en marcha de proyectos mineros en la macrorregión norte promovería más de un millón de empleos, los recursos de canon se verían triplicados y el nivel de pobreza caería en 13 puntos porcentuales”.