Durante el webinar “El futuro energético en el Perú: equilibrando la explotación de combustibles fósiles y la transición hacia energías renovables”, promovido por Energízate Perú, concurso de emprendimientos innovadores organizado por Prensa Grupo y el Hub UDEP, expertos del sector compartieron sus puntos de vista y proyecciones con respecto al desarrollo y relación entre las nuevas fuentes de energía y los recursos hidrocarburíferos. El conversatorio fue moderado por Roxana Serpa, consultora en transición energética.
En opinión de Carlos Gonzales, gerente general de Enerconsult, es un error considerar que la explotación de recursos fósiles y de energías renovables son contrarias, cuando la realidad demuestra que las grandes potencias como China y Estados Unidos, que concentran el 40% de las emisiones de CO2, están impulsado su transición energética, pero, a su vez, no dejan de buscar petróleo y gas, ya que el cambio a una matriz verde y sostenible es un proceso de largo plazo.
Si bien reconoció que el peso de las fuentes renovables en la matriz energética global está creciendo, lo cierto también es que la demanda de petróleo y gas continúa una tendencia alcista, debido principalmente al crecimiento poblacional. Por lo tanto, subrayó que cada país deberá elaborar una ruta de transición energética que responda a sus propias necesidades y capacidades. “Hay que acompañar la transición energética sin abandonar la exploración y explotación de petróleo y gas”, dijo.
En el caso peruano, precisó que existe un potencial “extraordinario”, en término de recursos contingentes y prospectivos, equivalente a 800 millones de barriles de petróleo y 43 trillones de pies cúbicos de gas, mas no son aprovechados como complemento de la transición energética, como resultado, entre otros factores, de las altas regalías aplicadas a los lotes hidrocarburíferos, los conflictos sociales y la ausencia del Estado en las zonas productoras.
“Mientras no tenga un sustituto en cantidad y calidad suficientes, el petróleo seguirá siendo una necesidad urgente para todos los países que somos deficitarios en producción. Tenemos 14 cuencas semiexploradas o no exploradas, 4,500 pozos ATA cerrados por razones económicas, modelos de contratos con cláusulas contradictorias y cero legislación en materia de hidrocarburos no convencionales. No hemos hecho nada por reactivar la industria petrolera”, afirmó.
Para Arturo Vásquez, director de investigación y profesor principal de la Escuela de Postgrado Gerens, el Perú cuenta con matriz energética diversificada que lo colocan en una posición ventajosa; sin embargo, sus autoridades han mostrado preferencia por copiar experiencias de países con pocas opciones de fuentes energéticas, como es el caso de Chile, el cual, a partir de una reforma legislativa en 2016, aceleró el ingreso de energías renovables no convencionales, que hoy presentan limitaciones de carácter climatológico.
Frente a la intermitencia de las renovables, como la solar, eólica o hidráulica, remarcó que nuestro país posee gas natural con precios regulados que puede aportar la flexibilidad y seguridad suficiente a la red eléctrica nacional, tal como ocurrió recientemente cuando se produjo el corte de la energía suministrada por el Complejo Hidroeléctrico Mantaro, como consecuencia de un rechazo de carga automática.
Contrario a la creencia generalizada, recalcó que, según estimaciones, la demanda de petróleo y gas se mantendrá firme hasta el año 2100, por lo que no serán eliminadas del sistema energético; y con respecto al impacto de ambos en el medioambiente, sostuvo que ya existe tecnología de captura de carbono o procesamiento de las emisiones para producir combustibles sintéticos, lo que contribuye a reducir las preocupaciones sobre los efectos de su producción en el ecosistema y la salud de las personas.
“Debemos diseñar nuestra infraestructura energética e incorporar las fuentes que tenemos de manera ordenada, pensando en el objetivo más importante: la confiabilidad del suministro de energía. Las energías renovables aportan diversificación a la matriz, pero también requieren adaptación del sistema energético y si no lo hacemos, surgirán los costos sombra. No podemos desconocer el rol del gas natural u otras nuevas fuentes que debemos desarrollar como país, como es la energía nuclear o la geotermia”, explicó.