Codelco anunció que durante el primer semestre aportó al fisco chileno un total de US$ 770 millones, un 6% por sobre lo comprometido con el Ministerio de Hacienda, y reportó excedentes por US$ 329 millones y un ebitda de US$ 1.775 millones. Los resultados de los últimos tres meses estuvieron impactados por la caída en el precio de realización del cobre de 19% en relación con el primer trimestre y la baja en el precio del molibdeno, de 36% en igual período, lo que fue parcialmente compensado por una mejora en los costos directos de cerca de 8%.
Las condiciones operacionales y los retrasos en los proyectos llevaron a registrar entre enero y junio una producción de 633 mil toneladas de cobre, con una caída de 14% en relación con el mismo período de 2022. La producción total, sumadas las coligadas El Abra y Anglo American Sur, alcanzó las 684 mil toneladas.
La menor producción se debió, principalmente, a menores leyes de alimentación de mineral a la planta de Chuquicamata, que recibió una mayor contribución de mineral de Radomiro Tomic para compensar la disminución de mineral desde el tajo. El mayor aporte desde la mina subterránea, que en este período aumentó 31%, irá mejorando progresivamente las leyes de alimentación. También hubo una menor producción en Ministro Hales, que tuvo que alimentar su planta con mineral de stock de baja ley mientras se accede a nuevas áreas de mineral fresco a partir de agosto; en Gabriela Mistral, por cambios en la secuencia de extracción que afectó el primer trimestre de este año y, en Salvador, por el atraso del proyecto Rajo Inca que comenzará a operar en 2024. En tanto Andina y El Teniente realizaron sus mantenciones mayores anuales en este periodo y fueron afectadas por el evento climático de fines de junio que impactó a la zona central del país.
Los costos directos (C1) crecieron 41,3% este semestre respecto de los primeros seis meses de 2022 por menores leyes de mineral, que implicó menor producción de cobre y el uso de inventarios; los mayores costos de operación, una menor venta de subproductos, además del impacto por el incremento del IPC y la caída del tipo de cambio sobre las remuneraciones y los contratos en moneda nacional. Lo anterior fue compensado, en parte, por el incremento del precio de molibdeno. El costo neto a cátodo (C3), en tanto, subió 51,4%, por las mismas razones que el C1, a las que se suman el impacto negativo de la variación de activos y pasivos en pesos y los mayores gastos no operacionales.
La caída de los excedentes respecto del mismo período de 2022 se explica por un menor volumen de ventas (11%), debido a la menor producción de cobre propio (14%); una caída de 3% en el precio de realización de ventas de cobre con respecto a igual periodo del año anterior —390,2 centavos de dólar la libra (c/lb) versus 402,6 c/lb—, y el incremento en los costos de venta, asociado a la variación de los costos de producción.
El ebitda llegó a US$ 1.775 millones, con un margen de 21% y una diferencia de 53,3% en relación al año anterior (US$ 3.805), afectado por similares razones que los excedentes.
Avances en los proyectos estructurales
En Chuquicamata Subterránea, finalizada la inversión inicial, avanzamos con la fase de continuidad del Nivel 1 que llegó a 36,3% y se encuentra en definición la fase 2 del mismo nivel.
En la Cartera de Proyectos Teniente, Andes Norte-Nuevo Nivel Mina llegó a 79,6%; finalizaron las obras tempranas de Diamante y de Andesita, mientras que su construcción alcanzó 29,2% y 30,1%, respectivamente.
En Traspaso Andina, en tanto, con 99,2% de avance, restan trabajos menores para el cierre del proyecto.
En Rajo Inca, se reiniciaron en abril las obras del prestripping y continúan los avances en las obras para optimizar y aumentar la vida útil de las plantas concentradora e hidrometalúrgica y del depósito de relaves.
Ajuste en proyección
El lunes 24 de julio a las 04:24 horas, en División El Teniente ocurrió un estallido de roca que liberó gran cantidad de energía, afectando las instalaciones, en particular sectores de desarrollo y construcción del Proyecto Andes Norte y sectores productivos del área norte de la mina. Debido a los daños generados, la división verá impactada su producción en este segundo semestre. Se están analizando alternativas de extracción que puedan mitigar el efecto en el abastecimiento de mineral.
Esta situación, sumada a las disrupciones ocurridas el primer semestre, implica un ajuste a la baja en el pronóstico de producción de cobre anual al rango aproximado entre 1 millón 310 mil toneladas métricas finas y 1 millón 350 mil toneladas métricas finas. Esto, en un año que marca el piso en la curva de producción de la compañía en la década.