Más del 90% de los residuos generados por la gran minería en Perú se derivan para su disposición final a Lima. Precisamente a la planta de Ecocentro Chilca, de la que es propietaria la empresa Séché Group, afirmó su director regional para la comunidad Andina y México, Carlos Barrientos.
Durante su exposición en la Conferencia Magistral organizada por el Instituto de Ingenieros de Minas del Perú (IIMP), afirmó que la industria minera genera residuos de tipo orgánico producto de sus labores, como papeles, maderas, embalajes y cartones, los cuales son reaprovechables.
No obstante, subrayó que mayormente se generan residuos peligrosos contaminados con sustancias tóxicas, como hidrocarburo, mercurio, cianuro y relaves, los cuales son originados en el proceso de extracción, como es el caso de los metales, minerales y refinerías.
Sean orgánicos o peligrosos, los residuos no pueden ser manejados de la misma forma, por lo que es necesario realizarles un análisis en laboratorio para conocer datos específicos y asignarles un tratamiento, como la estabilización, neutralización, solidificación e incineración.
Justamente, Séché Group Perú realiza el análisis y todos los tratamientos indicados de acuerdo con las necesidades del cliente para así brindar la gestión integral correcta de residuos a clientes mineros, como Los Quenuales, Raura, SIMSA, Cerro Verde y ahora Anglo American.
“Contamos con un laboratorio de última tecnología dentro de nuestro Ecocentro Chilca, donde se realiza la disposición final en nuestro relleno de seguridad, además de nuestro incinerador, donde realizamos el tratamiento térmico, el cual está ubicado en Villa El Salvador”, precisó.
Asimismo, reconoció que si bien las empresas mineras prefieren la disposición final de residuos en rellenos de seguridad, también optan por la trazabilidad de los mismos, a fin de hacer seguimiento desde su generación hasta su valorización, tratamiento y/o disposición final.
De otro lado, Carlos Barrientos aseguró que su representada también realiza el manejo integral de residuos in house, es decir, en el mismo proyecto, empezando por la etapa de generación, donde aplica capacitaciones para la reducción y correcta segregación desde el punto de origen.
Luego, se realiza la recolección interna dentro de las instalaciones de los clientes para luego gestionar su almacenamiento en función del tipo de residuos y grado de peligrosidad.
“Teniendo todo clasificado, es posible dirigir los residuos a procesos de valorización, tal es el caso de los residuos orgánicos que pueden estar sujetos a procesos de compostaje y metanización (biodigestores) y en base a ello le damos un nuevo uso”, señaló.
En tanto, para los residuos peligrosos se aplican tratamientos físico/químico, que se definen en función de la naturaleza del residuo (líquido, sólido o gases contenerizados), para después de su tratamiento ser transportados y dispuestos en el relleno de seguridad ubicado en Chilca.
“Nosotros brindamos seguridad a nuestros clientes de que sus residuos van a ser correctamente tratados y dispuestos. Nuestro principal objetivo y valor diferencial es que nuestras soluciones sean sostenibles y diseñadas en conjunto con nuestros clientes para cada tipo de residuo que generen”, dijo el director regional de Séché Group.