El segundo vicepresidente del Instituto de Ingenieros de Minas del Perú (IIMP), Juan Carlos Ortiz, señaló que, en promedio, las compañías mineras tardan hasta 3 años en obtener permisos para realizar exploraciones, cuando el trabajo de campo dura solo entre 6 a 12 meses.
En entrevista con el IIMP, como parte del Jueves Minero Especial, explicó que las empresas sospechan de zonas interesantes donde pueden encontrar metales, a 100 o 200 metros de profundidad, por lo que necesitan hacer más investigaciones para confirmar la teoría y, por tanto, solicitan una autorización al Gobierno para explorar.
“Entonces, solicitas un permiso que puede tomar, lamentablemente, tres años y después, una vez que te dan el permiso, son seis meses para confirmar si hay o no mineral abajo. Entonces es cinco veces el tiempo (invertido)”, declaró.
Bajo esa premisa, Ortiz consideró que no se puede poner en la misma categoría los permisos para explorar y las licencias para construir una mina, debido a que en el último hay impactos más grandes que implican montoneras, caminos, conexiones a tierra; mientras que en el primero el impacto es moderado, pues se realizan trochas abscesos.
“Debería haber una norma que entienda las connotaciones de la realidad misma de la exploración y tenga su reglamentación propiamente hecha. Cuando la exploración sea exitosa, podemos entrar en un mayor análisis para construir componentes mayores como una mina, pero en la etapa previa, complicarnos la vida con permisos del calibre de una mina comparado con el hacer una trocha o una plataforma, me parece exagerado”, añadió.
El también vicepresidente de Operaciones de Compañía de Minas Buenaventura saludó el trabajo que se viene realizando desde el Ministerio de Economía y Finanzas (MEF), a fin de facilitar la inversión en el Perú y que no se cambien las reglas de juego en el camino.
“Este grupo (del MEF) ha logrado entender uno de los primeros escollos que ha sido la parte de los permisos y se ha dedicado a entender cómo optimizarlos. Producto de eso es que ha salido esta norma a fines del año pasado para proponer algunas soluciones”, detalló.
En ese sentido, explicó, por ejemplo, que antes las compañías consultaban a Serfor sobre la flora y fauna que sería afectada indirectamente con el proceso de exploración y este proceso duraba alrededor de 6 meses. No obstante, con la nueva norma ya no será necesario solicitar la licencia al Serfor y los trámites se logran simplifican.