La subsecretaria de Minería de Chile, Suina Chahuán, visitó las instalaciones de la División Ventanas de Codelco, donde conoció los avances de un innovador proyecto piloto que utiliza escoria de cobre como sustituto de los áridos naturales en la fabricación de pavimentos. Esta iniciativa es un hito en el camino hacia la economía circular y la sostenibilidad de la industria minera.
La autoridad recorrió parte de los 2,000 m2 del andén de acceso a la División, donde se ejecutan las obras a cargo de la empresa Pavimentos Quilín. En el lugar, se instaló una carpeta asfáltica de aproximadamente 8 centímetros de espesor, compuesta en un 20% por escoria de cobre, como sustituto de los áridos naturales que tradicionalmente se utilizan, y que se extraen del lecho del río Aconcagua.
Terminado el recorrido, la subsecretaria de Minería, Suina Chahuán, destacó la iniciativa señalando que “es una innovación que habla de cómo incorporamos la economía circular dentro de nuestros procesos productivos y es sin duda un avance en la construcción de una minería más sostenible”.
Antes de su instalación, la mezcla fue analizada para determinar sus propiedades químicas y mecánicas, así como también pruebas de estabilidad ambiental para confirmar su total inocuidad, bajo la supervisión del Laboratorio Regional de Vialidad del Ministerio de Obras Públicas, el cual además verifica que el producto aplicado cumpla con las exigencias y estándares normativos del Manual de Carreteras.
El proyecto forma parte de las iniciativas presentadas por Codelco Ventanas a la Mesa Intersectorial para la Reutilización de la Escoria de Cobre, instancia público-privada que lidera la Seremi de Minería de Valparaíso, y que tiene como finalidad habilitar el reúso de este subproducto del proceso de fundición, que según la normativa chilena es considerado un residuo minero masivo, y que por ende no puede ser reutilizado.
En el escorial de División Ventanas hay alrededor de 4,5 millones de toneladas de escoria, las cuales podrían ser aprovechadas en la construcción de caminos, carreteras, aeropuertos, etc. reduciendo así el impacto ambiental de estas obras, que actualmente utilizan áridos naturales que se extraen de la ribera de ríos como el Aconcagua.