Kawát Perú fue uno de los emprendimientos sociales ganadores del concurso PERUMIN Inspira, organizado por el Instituto de Ingenieros de Minas del Perú, el CIP Agrilac y Kunan, el cual le permitió acceder a capital semilla, asesoría profesional y vinculación con el mercado.
Precisamente, Kawát, empresa productora de harina de insecto, trabaja con Foncreagro, asociación sin fines de lucro financiada por Minera Yanacocha, para poner a prueba las bondades de este producto como parte de la dieta del ganado lechero en la región Cajamarca.
Según el CEO Uriel Torres, ambas organizaciones iniciaron conversaciones en el cuarto trimestre del año pasado y acordaron el envío del producto hacia la región, con lo que lograron despachar 300 kilogramos de harina de insecto desde febrero último hasta la fecha.
El proyecto tiene el objetivo de mejorar la alimentación y el rendimiento de las vacas, impactando favorablemente en la estimulación del sistema inmunológico para prevenir enfermedades y en la optimización de la tasa de conversión alimenticia (TCA).
“La TCA indica cuánto alimento consume un animal para producir cierta cantidad de carne. Una vaca puede consumir 3kg de comida y producir 1kg de carne de res. Pero si incluimos la harina de insecto, solo necesitaría 2 kg de comida para producir 1kg de carne”, estimó.
Asimismo, esta iniciativa tiene el propósito de disminuir los costos de producción de los criadores de vacas, a partir de la incorporación de la harina de insecto en reemplazo de otros productos de mayor precio como harina de maíz, harina de pescado y torta de soya.
“Un granjero puede destinar 1000 soles para criar pollos, de los cuales 700 soles son para alimentación. Pero si incluimos la harina de insecto en la dieta avícola, el gasto en alimentación podría reducirse a 450 soles. Es decir, se genera un ahorro superior al 40%”, indicó.
Los resultados vienen siendo estudiados a nivel de laboratorio y serían informados a las partes involucradas en julio del presente año, y posteriormente publicados en un artículo científico elaborado por la Universidad Nacional de Cajamarca, Foncreagro y Kawát Perú.
“Cajamarca sería la primera región en Perú y Sudamérica en investigar los efectos de la harina de insecto en el ganado lechero y tener la oportunidad de crear una industria de este producto, tal como se hace en Europa y Asia, donde hay experiencias exitosas”, explayó.
Planta de producción en Cajamarca
Si Kawát demuestra los beneficios nutricionales y económicos de su producto y colma las expectativas de Foncreagro, ambas evaluarán la posibilidad de construir una gran planta de producción de harina de insecto que podría abastecer a más de 1000 ganaderos.
Esta planta sería el espacio para la crianza de larvas de insecto y su alimentación con residuos orgánicos, permitiéndoles ganar 70 veces su peso en pocos menos dos semanas, para luego ser sometidas a un proceso de secado y pulverizado, y con ello elaborar la harina.
“Nos hemos propuesto la meta de transformar la industria pecuaria en el Perú, aunque suene utópica, pero sí se puede lograr. Entonces, primero debemos abastecer al mercado nacional hasta en un 25% y luego dar el siguiente paso hacia la exportación”, visionó.
Alistan ronda de inversiones
Por lo pronto, Uriel Torres reveló que Kawát Perú está trabajando en construir una planta de producción diez veces más grande a la que se tiene actualmente, para lo cual se compró y saneó el terreno y se encuentra desarrollando los planos y diseños de instalaciones.
Incluso, señaló que la empresa está preparando una ronda de inversiones que se lanzará posiblemente a mitad del año en curso en la ciudad de Lima, con el fin de captar capital necesario para la construcción de la planta ubicada en la región San Martín.
“Requerimos un presupuesto de 500 mil soles para poder levantar esta planta y tenerla operativa al 100%. Por lo menos, queremos comenzar este año con el cerco perimétrico. Estamos abiertos a todo tipo de apoyo, incluso de empresas mineras”, remarcó.