En una conferencia organizada por el Instituto de Ingenieros de Minas del Perú (IIMP), Henry Brañes Gallardo, docente de la Universidad Nacional de Ingeniería (UNI), destacó que la industria minera peruana del futuro debe ser aquella que genere cantidades mínimas o nulas de relaves.
Con el objetivo de reducir lo máximo posible la disposición de relaves en superficie, propuso su mezcla con cemento y agua para la producción de relleno en pasta, que se utilizaría en el rellenado de las cavidades dejadas por la extracción en minas subterráneas.
Asimismo, sugirió el uso de relaves en la producción de ladrillos a partir de técnicas de depuración que eliminen todo rastro de elementos contaminantes, con lo que el producto final podría emplearse en construcción tanto para la mina como para las comunidades.
Por su parte, Maribel Guzmán, docente de la Pontificia Universidad Católica del Perú, en una edición del programa Cantera de Talentos para la Minería del IIMP, precisó que cada vez es más notoria la necesidad de buscar espacios más amplios para el almacenamiento de relaves.
A su juicio, esta situación motivó a algunas compañías mineras a reconducir sus esfuerzos en darle una nueva consistencia a sus relaves, a fin de reducir su volumen, ganar mayor sitio y albergar más de estas sustancias en la misma presa, sin necesidad de una ampliación.
Para ejemplificar lo descrito, citó el caso de Cerro Lindo, la cual utiliza una planta de filtrado para extraer la humedad y obtener un relave compacto y seco, lo que hace hace posible la optimización del espacio de la presa de relaves y la recuperación del agua para la operación.