Es evidente que, si queremos seguir creciendo como país, requerimos de garantizar el abastecimiento constante de energía. Todo el tiempo pensamos en tener más puertos y aeropuertos, centros comerciales, nuevas tecnologías, construcción de hospitales, colegios, hoteles, en fin, un sin número de demandas válidas que requerimos como país. Sin embargo, no somos capaces de poder abastecer de electricidad a poblaciones alejadas o en zonas remotas, como tampoco podemos garantizar la seguridad energética para los próximos años.
Alguien dijo alguna vez: “si Dios tuviera nacionalidad, sería peruano”, como una expresión popular que transmite esperanza y orgullo nacional, sugiriendo que Dios, como salvador o protector, estaría asociado con Perú. Yo me atrevo a incluir que Dios bendijo al Perú con su variedad de regiones, pisos ecológicos, cultura, lenguas, comidas y también, la posibilidad de desarrollar diversos tipos de energías.
Muy poco se habla que una de las energías más limpias que existe es la energía nuclear, pues casi siempre se la ha asociado a desastres lamentables, pero que con las nuevas tecnologías, se han superado. Tenemos a países como Estados Unidos de Norteamérica, con la actual administración Trump, que están apostado por desarrollar su energía nuclear. Asimismo, Canadá y Reino Unido que también se suman al desarrollo de la energía nuclear y en especial, los Small Modular Reactors (SMR). En Latinoamérica tenemos a la Argentina que quiere convertirse en un país proveedor de servicios de Big Data e Inteligencia Artificial (IA), para lo… Puedes seguir leyendo esta columna de opinión en nuestra edición Energiminas 122 aquí.