El gobierno militar de Mali ha amenazado con recuperar la concesión minera Loulo de Barrick Gold Corp. cuando el permiso actual expire en 2026, en medio de una creciente disputa sobre cómo dividir los beneficios económicos de las operaciones en el país.
Mali está considerando dejar que el permiso para Loulo caduque cuando expire en febrero de 2026, dijo el ministro de Finanzas, Alousseni Sanou, en una carta del 18 de octubre enviada al director ejecutivo de Barrick, Mark Bristow, reporta primero Bloomberg. Mali “se reserva el derecho de no renovar el permiso de operación” e invitó a Barrick a conversaciones sobre la “fase de transición” de la mina a partir de finales de este mes, escribió Sanou.
La medida se produce cuando la junta ha adoptado una línea cada vez más dura contra la segunda mayor minera de oro del mundo, incluido el encarcelamiento breve de cuatro de sus ejecutivos locales el mes pasado por presuntos “delitos financieros”. Mali acusó recientemente a Barrick de no cumplir un acuerdo de septiembre destinado a resolver sus disputas, lo que la compañía canadiense ha negado.
La concesión de Loulo forma parte del complejo Loulo-Gounkoto, en el que Barrick posee el 80% y el gobierno el resto. Representó aproximadamente el 13% de la producción de oro atribuible de Barrick en 2023, según su informe anual.
El director ejecutivo Bristow ha visitado el país de África occidental en repetidas ocasiones durante el último año, incluida una parada en la mina en marzo, donde dijo a los medios locales que contribuyó con más de mil millones de dólares a la economía maliense en los últimos 12 meses.
El país africano rechazó la semana pasada la propuesta de Barrick de dividir los beneficios económicos de Loulo-Gounkoto en un 55% para Mali y un 45% para la empresa.
Las exigencias de la junta a Barrick surgen tras una auditoría de los contratos mineros en 2023 y un impulso para renegociar los acuerdos existentes con empresas mineras, incluidas B2Gold Corp, Allied Gold Corp y AngloGold Ashanti Plc, en un intento por aumentar los ingresos del Estado a partir de sus recursos minerales a través de una nueva código minero adoptado el año pasado.
El nuevo código llega en un momento en que Mali busca apuntalar sus ingresos luego de un golpe de Estado en 2020 que dejó al país aislado de la ayuda y del mercado de deuda regional. El código dice que el Estado y los “intereses nacionales” podrían aumentar las participaciones en proyectos mineros al 35% desde el 20% anterior.
Mali ha estado presionando a las empresas mineras extranjeras, incluida Barrick, para que se alineen con las nuevas regulaciones, que solo deberían aplicarse a nuevos contratos y renovaciones de permisos existentes, dijo a Bloomberg el año pasado Assane Sidibe, presidente de la comisión de minería dentro del Consejo Nacional de Transición.