Barrick Gold Corp. ha hablado con algunos de los principales inversores de First Quantum Minerals Ltd. para evaluar su apoyo a una posible adquisición, después de que el cierre repentino de su mina insignia dejó al productor de cobre canadiense tambaleándose y acabó con más de la mitad de su valor de mercado.
El director ejecutivo de Barrick, Mark Bristow, se acercó a algunos de los mayores inversores de First Quantum a finales del año pasado, según dijeron personas familiarizadas con la situación a Bloomberg, que pidieron no ser identificadas porque las conversaciones eran privadas.
El gigante del oro Barrick ha estado buscando expandirse en el sector del cobre, y un acuerdo con First Quantum transformaría a la compañía en uno de los mayores productores del mundo.
La minera canadiense más pequeña quedó vulnerable después de que Panamá ordenara el cierre de su activo más grande y rentable, creando una oportunidad potencial para Bristow, un veterano de la industria con un historial de construcción y operación de minas en lugares desafiantes.
Bristow ha estado siguiendo de cerca la situación desde que los problemas de First Quantum se intensificaron en octubre. El director ejecutivo ha dicho que confía en que Barrick pueda resolver la situación en Panamá y administrar las minas africanas de First Quantum, dijeron las personas consultadas por Bloomberg.
El mayor accionista de First Quantum es Capital Group con un 22%. La china Jiangxi Copper Co. posee el 18% y se encuentra entre aquellas a las que Barrick se ha acercado, dijeron las fuentes.
First Quantum ha estado durante mucho tiempo en el radar como un objetivo potencial para las mineras más grandes del mundo, en gran parte porque la mina Cobre Panamá de la compañía es una de las operaciones de cobre más grandes y nuevas.
Sin embargo, el proyecto de Panamá también ha demostrado ser la mayor vulnerabilidad de la empresa. Cobre Panamá se convirtió en el foco de protestas generalizadas después de que el gobierno aprobara un nuevo contrato operativo de varias décadas y la empresa se viera obligada a detener la producción porque no podía acceder a los suministros. Posteriormente, la Corte Suprema de Panamá dictaminó que la ley que regía la licencia de operación era inválida, lo que llevó al presidente Laurentino Cortizo a ordenar el cierre de la mina.
El precio de las acciones de First Quantum se desplomó como resultado de la agitación, perdiendo más del 60% de su valor el año pasado. La empresa vale actualmente unos US$6.000 millones, mientras que Barrick vale unos US$31.000 millones.