En lo alto de los Andes, donde el eco lleva canciones antiguas y los hilos del tiempo se tejen con música y memoria, Hudbay Perú decidió contar una historia que no debía olvidarse. El documental sobre los Ayarachis no solo honra una tradición ancestral, sino que se convierte en un canto de resistencia cultural, una invitación a valorar lo propio y un puente entre generaciones. Es un acto de amor por Chumbivilcas, por sus sonidos, por su gente, y por una identidad que aún vibra, aunque corra el riesgo de silenciarse. A través de la presente entrevista, Vivian Arauzo, superintendenta de Comunicaciones de Hudbay Perú, nos comparte el significado profundo de esta producción y el propósito que inspiró a la compañía a preservar, con emoción y respeto, la memoria viva de los Ayarachis.
¿Qué motivó a Hudbay a emprender la producción de un documental sobre los Ayarachis en el marco del bicentenario de Chumbivilcas?
Tenemos un interés genuino por revalorar la cultura de la provincia de Chumbivilcas. Desde nuestros inicios en Perú hemos impulsado proyectos culturales para mostrar al país y al mundo la cultura, tradiciones, danzas y maravillas que hay en Chumbivilcas, una de las provincias altoandinas de Cusco. Y sus 200 años de creación no iban a ser la excepción. Sabemos que Chumbivilcas tiene varias cosas que mostrar, pero para esta fecha especial nos enfocamos en algo muy particular: los Ayarachis. Contar desde una perspectiva cultural y social quiénes son, qué hacen, sus orígenes, cómo están hoy, etc., nos motivó a emprender este proyecto que consta de un documental de más de 45 minutos y unos audiolibros para escolares, en los que contamos de una manera educativa sobre este género musical.
Incluso, sabiendo que Los Ayarachis fueron considerados Patrimonio Cultural de la Nación desde el 2011 por el Ministerio de Cultura, ¡qué más motivos tenemos para contar sobre ellos!
Desde Hudbay buscamos mostrar que la minería también impulsa proyectos que invierten en el tejido social y simbólico de la zona, rescatando tradiciones y poniéndolas en valor ante todos, visibilizando esas historias no contadas.
¿Cómo fue el acercamiento con los intérpretes y las comunidades locales para captar la esencia de los Ayarachis en el documental?
Este proyecto nos tomó casi un año. El trabajo de campo fue muy intenso e interesante. La productora, junto a una parte del equipo de comunicaciones, se instaló en la… Sigue leyendo gratuitamente esta nota en nuestra edición especial por el PERUMIN 37 aquí.