La Sociedad Peruana de Hidrocarburos (SPH) solicita que la próxima actualización del Factor de Referencia de Contratación (FRC), a cargo de Osinergmin, para el período 2025-2029, se base en “criterios estrictamente técnicos”. Esta medida es clave para asegurar que el país cuente con suficiente gas natural para generar electricidad cuando más se necesita, especialmente en un contexto de cambio climático, explicaron en un comunicado.
El FRC fue creado en el 2021 con la finalidad de establecer, cada 4 años, el porcentaje mínimo de contratación de transporte firme de gas natural de las plantas termoeléctricas, con el objeto de que el Estado reconozca el pago por su disponibilidad en el sistema (pago de potencia); es decir, para asegurar que las centrales térmicas puedan operar cuando más se les necesite. En este sentido, el FRC determina qué porcentaje del total de gas natural que una planta requiere para generar a plena capacidad, debe ser contratado en contratos fijos.
Gerens advierte que, sin una planificación adecuada y sin un FRC que asegure la disponibilidad real de las centrales térmicas, el sistema podría enfrentar un mayor riesgo de desbalances, especialmente durante las horas punta y los períodos de baja generación renovable.
“Por ello, un FRC por debajo del óptimo compromete severamente la seguridad del suministro eléctrico para los peruanos, al no garantizar la disponibilidad suficiente de gas natural para generación eléctrica en caso sea necesaria”, argumenta la SPH.
La consultora Gerens elaboró un informe técnico al respecto, con el objetivo de estimar los valores preliminares del FRC, que permitirán garantizar la seguridad del suministro eléctrico, reduciendo así la posibilidad de apagones o incrementos en el costo de la electricidad que puedan afectar tanto a las industrias como a las familias peruanas.
Entre los factores que se deben considerar para garantizar el suministro eléctrico en la fijación del FRC, se incluyen la incorporación de escenarios que reflejen las condiciones actuales y futuras del sistema, y la necesidad de contar con una capacidad firme de transporte de gas que sirva como respaldo efectivo ante la generación de fuentes renovables no convencionales (RER) como la eólica y solar, de naturaleza variable.
Gerens advierte que, sin una planificación adecuada y sin un FRC que asegure la disponibilidad real de las centrales térmicas, el sistema podría enfrentar un mayor riesgo de desbalances, especialmente durante las horas punta y los períodos de baja generación renovable, lo que podría impactar la estabilidad del suministro eléctrico, alterando la calidad de vida de los peruanos.
“Debemos garantizar que el FRC responda de manera óptima a las demandas del sistema eléctrico, reduciendo la dependencia de combustibles como el diésel, considerablemente más costoso y contaminante con el medioambiente; tal como ocurrió en el período de sequía intensa del 2022-2023. En ese periodo se utilizó diésel generando sobrecostos por US$2,500 millones. El cálculo del FRC debe considerar las variables climáticas históricas, con énfasis en los períodos críticos”, agrega el Informe técnico.
Países vecinos como Chile y Ecuador han enfrentado apagones por una inadecuada planificación de la generación eléctrica, y una excesiva dependencia de las RER sujetas a la variabilidad climática.