La mayor minera de carbón de China anunció esta semana la construcción de otro proyecto masivo para suministrar materia prima a los fabricantes de petroquímicos y ayudar a eliminar un posible excedente de combustible fósil.
China Energy Investment Corp. dijo, según Bloomberg, que gastará 170 mil millones de yuanes (US$ 24,000 millones) para construir una planta integrada en la región noroeste de Xinjiang que convertirá el carbón en productos petrolíferos. Como se espera de todos estos proyectos, la instalación funcionará con energía renovable. Está previsto que la primera fase entre en funcionamiento en 2027.
La instalación en la ciudad de Hami es sólo la última de una serie de proyectos de conversión de carbón a petróleo que han recibido luz verde en los últimos años en los centros mineros de Xinjiang, Shaanxi, Ningxia y Mongolia Interior. Sólo Hami ha indicado que aprobará proyectos de este tipo por valor de 300.000 millones de yuanes en su plan quinquenal hasta 2025, que podrían consumir 152 millones de toneladas de carbón para finales de la década.
A pesar de su rápido despliegue de energía limpia, China sigue siendo, con diferencia, el mayor productor de carbón del mundo y continúa elevando la producción a niveles récord, que alcanzaron los 4.700 millones de toneladas el año pasado. Pero el uso principal del combustible en la generación de electricidad ha llegado a un punto de inflexión, tras ser superado por primera vez por las instalaciones solares y eólicas.
Además, el presidente Xi Jinping, siempre según Bloomberg, ha dicho que el consumo debe empezar a caer a partir de 2026 para cumplir los objetivos climáticos del país, lo que ha llevado a los mineros del carbón a buscar otras vías para su producto.
Un problema es que la industria petroquímica de China está deprimida, víctima de su propia expansión vertiginosa, justo cuando el consumo ha flaqueado debido a una economía débil. Las ganancias de la conversión de carbón en petróleo cayeron un 53% el año pasado, según la Federación Industrial de Petróleo y Química de China.
Los esfuerzos más amplios de Pekín para descarbonizar la economía siguen pesando mucho sobre el procesamiento de petróleo en general, y es posible que el consumo chino de productos como el diésel y la gasolina ya haya alcanzado su punto máximo. La capacidad de conversión de carbón a petróleo de China aumentó un 24% a 11 millones de toneladas en 2023 en comparación con 2019.