Enrique Martínez, gerente sénior de Nuevos Negocios y Relaciones Institucionales de Transportadora de Gas del Perú (TGP), sostuvo en el Perú Energía 2024, que la urgencia del sistema energético peruano pasa por expandir la red de ductos que transportan el gas natural de Camisea. “Más que en una redundancia, deberíamos pensar en una expansión”, dijo el ejecutivo.
“La planta Malvinas, en donde se procesa el gas natural, proporciona 1,600 millones de pies cúbicos por día del hidrocarburo, y la misma capacidad tiene el sistema de transporte de gas natural y si instalamos un sistema redundante, estaría vacío, y hubiese estado vacío por 20 años, y el asunto es que el gas no llega a donde debe llegar y eso se resuelve ampliando las redes”, dijo Martínez.
Para el representante de TGP, el país debe contar con una “combinación eficiente de abastecimiento de gas natural con ductos a donde se puede llegar y ductos virtuales a donde se tiene que llegar” dado que “hay gas” porque “todos los días se reinyectan 300 millones de pies cúbicos por día y el país necesita demanda de gas natural; el problema del Perú no es un problema de oferta sino de demanda”. Para mejorar el suministro de gas natural, resaltó, hay que fomentar la demanda, y esa demanda impulsará la construcción de infraestructura.
Diversificar
Para Daniel Cámac, deputy country manager de ENGIE Perú, más que una planificación de activos, lo que normalmente se hace es definir los atributos. “Me refiero a una energía confiable, una energía amigable con el medio ambiente, asequible en términos económicos y que remunere las inversiones”, sostuvo.
Perú cuenta con un plan de desarrollo energético desde 2010 y vigente hasta hoy, “y desde aquella oportunidad se habla de tener diferentes fuentes energéticas” dado que la seguridad y eficiencia energéticas “ no se logrará solamente basándose en renovables o solamente en hidrocarburos.”, subrayó Cámac. Además precisó que “el atributo ambiental tiene que ser mejorado pero sin perjudicar a los otros elementos y recursos energéticos que el país tiene”.
Existencias
La restricción de oferta no solo se basa en la capacidad de almacenamiento, argumentó Natalia Bustos, directora de Optimización Logística y Comercial de Refino de Repsol, aunque reconoció que existe realmente una “gran brecha de capacidad de almacenamiento” en cuanto al GLP (gas licuado de petróleo) para el consumo actual y más aún para la demanda que se proyecta, dado que no se ha invertido en los últimos años.
Sin embargo, en combustibles “no veo esa brecha” dado que el desajuste está más relacionado con la infraestructura logística que permita llegar a todos los clientes en el país.
Para mejorar la oferta y el suministro seguro de energía, en cuanto al GLP, dijo Natalia Bustos, se debe invertir en almacenamiento y generar las condiciones regulatorias y de estabilidad jurídica en el país para atraer inversores.
En cambio, para el caso de los combustibles, “hay que utilizar las infraestructuras existentes y mejorarlas” dado que “se pueden mejorar los tiempos de descarga” e interconectar las plantas “con ductos o trenes para garantizar el suministro cuando un puerto u otro cierra por el mal tiempo”.