Informe revela efectos devastadores en perjuicio de pobladores de áreas cercanas a Antapaccay.
El Organismo de Evaluación y Fiscalización Ambiental (OEFA), emitió reportes oficiales, elaborados entre 2022 y 2023, los cuales analizan el impacto ambiental por operaciones mineras en la provincia de Espinar en Cusco, según reveló un informe de CooperAcción y Oxfam.
El documento, titulado ‘Glencore en el Perú: el caso de Antapaccay y un análisis del cumplimiento de los estándares internacionales en materia de debida diligencia en derechos humanos’, expone los efectos devastadores que afectan a pobladores de las áreas cercanas a Antapaccay, durante más de una década.
CooperAcción y Oxfam destacan en su informe los riesgos significativos para la salud de los habitantes de 13 comunidades adyacentes, quienes se encuentran expuestos a niveles alarmantes de metales pesados, incluyendo el mercurio.
De acuerdo con los resultados presentados, abarcaron el análisis del aire, agua, flora y fauna, así como a los animales domésticos en las 38 localidades de la provincia de Espinar, incorporando los efluentes de la zona de beneficio.
Estudios OEFA
Dos informes de la OEFA (Informe n.º 0438-2022-OEFA/DEAM-STEC (OEFA, 2022) y el n.º 00064-2023-OEFA/DEAM-STEC) sobre la calidad del aire confirman que las emisiones de material particulado PM10, provenientes de las actividades de la mina, han superado repetidamente los estándares de calidad ambiental permitidos.
Las zonas afectadas incluyen la comunidad originaria de Alto Huarca, parte de la comunidad de Alto Aira Ccollana, y la zona de Propietarios privados Huinipampa en la zona Katahuitaña. Estos informes respaldan la conexión evidente entre las operaciones mineras y la contaminación del aire en las localidades circundantes.
Estos informes respaldan la conclusión de una clara conexión entre las operaciones mineras y la contaminación del aire en las localidades circundantes.
Por último, se destaca la grave afectación a la flora y fauna. Alerta de concentraciones alarmantes de metales pesados en pasto andino y tejido vegetal, junto con la presencia de estos elementos en la flora y fauna de áreas cercanas a las operaciones mineras, indican un impacto significativo en la cadena alimentaria.
Mientras que en los animales domésticos muestran claros signos de afectación, con incrementos en la salinidad del suelo y concentraciones que superan los límites tolerables en su alimentación, reveló el estudio de la OEFA.