En declaraciones al diario El Comercio, Carlos Gálvez, expresidente de la SNMPE y otrora ejecutivo de Buenaventura, anteriormente ligada a Yanacocha como accionista, dijo que Newmont podría esperar tres, cinco o diez años hasta que las condiciones económicas, sociales y políticas le permitan construir, finalmente, el proyecto Yanacocha Sulfuros.
Mientras tanto, señala, va a optar por desarrollar aquellas iniciativas de su portafolio global que “tengan un mejor retorno (para su inversión), mayor comodidad para llevarlos adelante, menos conflictos sociales y riesgos políticos”.
Eso incluye una amplia gama de proyectos brownfield, como la expansión de sus minas Porcupine (Canadá), Cerro Negro (Argentina), Tanami (Australia) y Ahafo North (Ghana). Alerta, no obstante, que la suspensión indefinida de Yanacocha Sulfuros obligaría a la minera norteamericana a evaluar seriamente el cierre definitivo de la unidad minera Yanacocha.
Gálvez aclara que no se puede predecir con exactitud una fecha porque Newmont podría decidir explotar una mayor o menor cantidad de mineral para alargar la vida útil de la mina “conforme los precios del oro o la metalurgia lo justifiquen”. O conforme vaya descubriendo nuevos recursos de oro.
“En paralelo, lo que estarían haciendo es entrar en cuidado y mantenimiento, o sea, que se enfocarán en el cuidado de la gestión ambiental y el mantenimiento de las instalaciones y equipos de toda la unidad minera hasta que tomen una decisión final”, señaló al citado diario.
Gálvez asevera, siempre según el diario El Comercio, que Newmont considerará explotar Yanacocha hasta donde le sea económico hacerlo, para luego entrar en cuidado y mantenimiento durante un tiempo, a la espera de las circunstancias sociales, políticas y económicas que hagan viable la explotación.
“Si no hay nada más que hacer, procederá al cierre final, porque ya hay un cierre progresivo de las operaciones que se han ido trabajando”, agrega.
Newmont ha comprometido una inversión de US$350 millones este año y el siguiente para implementar un campamento en Yanacocha Sulfuros, el cual seguirá siendo necesario aún si el proyecto no obtiene luz verde pues “servirá para las actividades de cierre (de mina), en particular, para la construcción de una planta de tratamiento de aguas”.
El pasado 23 de febrero, la norteamericana Newmont dio a conocer que se encontraba evaluando un amplio rango de escenarios y cronogramas para el desarrollo del megaproyecto de US$2.500 millones, incluyendo la opción de “no seguir adelante” con el mismo.