La cuarta mina más grande de estaño del mundo volvió a su ritmo habitual de producción después de meses de interrupciones, lo que supone un impulso al suministro del metal utilizado en circuitos electrónicos y soldaduras para conectar tuberías.
La mina San Rafael en Perú se recuperó gradualmente tras interrumpir sus operaciones a principios de este año debido a las protestas antigubernamentales, dijo el operador Minsur SA en su comunicado de ganancias trimestrales, según reseña la agencia Bloomberg.
La producción en San Rafael cayó un 73% en el primer trimestre, y la mina se vio afectada por lo peor de los disturbios sociales que afectaron industrias clave como la minería, la agroindustria y el turismo.
San Rafael es la única mina grande de Perú en la región de Puno, donde las protestas duraron más que en cualquier otro lugar del país. La mina reinició el 20 de marzo de forma gradual sus operaciones, luego de estar parada casi dos meses y medio.
A mediados de abril, los precios del estaño se dispararon a su nivel más alto en casi dos meses, en tanto las noticias sobre la prohibición de la minería en Myanmar, un importante productor del metal utilizado en soldaduras, avivaron la preocupación por la escasez.
El estado Wa de Myanmar suspenderá la exploración de recursos mineros a partir de agosto, según un oficial de información del Ejército Unido del Estado Wa.
Myanmar posee las terceras mayores reservas de estaño del mundo, según el Servicio Geológico de Estados Unidos. Representó el 77% de las importaciones chinas de mineral de estaño en 2022, según datos de las aduanas chinas.
El estaño también es empleado por la industria de envase de alimentos, bebidas y aerosoles, así como por el sector construcción (al ser un metal que soporta la corrosión), la industria electrónica, entre otros usos.