El Gobierno peruano espera que los envíos de metales básicos comiencen a normalizarse en unos días a medida que disminuyan las peores protestas callejeras del país en décadas. “El tema de las protestas se ha reducido al mínimo en este momento”, dijo en una entrevista con Bloomberg Oscar Vera, ministro de Energía y Minas, en la ciudad de Toronto, Canadá. “El corredor minero ya está abierto y en los próximos días se empezará a sacar mineral”. Perú es el segundo mayor productor de cobre y zinc del mundo.
En Puno, sede de algunas de las peores protestas, los bloqueos de carreteras han continuado incluso después de que se levantaron los de otras regiones mineras. Si bien la mina gigante de estaño San Rafael de Minsur ha reiniciado sus operaciones después de una interrupción de 45 días, todavía está muy lejos de alcanzar su capacidad máxima.
El ministro Vera dijo que la comunicación directa y continua y las acciones concretas para abordar las demandas estaban dando sus frutos, incluso en la mina Las Bambas de MMG Ltd., que ha soportado más de 400 días de bloqueos de carreterasdesde que inició operaciones, en 2016.
Con bloqueos mínimos, Las Bambas probablemente reanudará el transporte de cobre muy pronto, dijo Vera. Dijo que espera que haya una solución duradera con una presencia militar a lo largo de las carreteras y autoridades en el terreno para asegurarse de que se cumplan los compromisos de la mina. También hay propuestas para cambiar la ruta utilizada para transportar el mineral al puerto.
El gobierno ha identificado un total de US$6.900 millones en inversiones mineras este año y el próximo, compuesto por siete posibles proyectos. Aún así, hay algunos proyectos, como Tía María de Southern Copper, que aunque técnicamente sólidos, requieren más trabajo para convencer a las comunidades locales de los beneficios, dijo.
La reanudación completa de los envíos será un alivio para los ajustados mercados mundiales de metales, que se vieron afectados por una oleada de protestas provocadas por la destitución del expresidente Pedro Castillo.
Los meses de disturbios, que restringieron el transporte de metal a los puertos y los suministros a las minas, siempre según Bloomberg, afectaron las operaciones de empresas como Glencore Plc y Freeport-McMoRan Inc., al tiempo que destacaron los riesgos para la producción de materias primas de los mercados emergentes.
En muchos casos, los conflictos se relacionaron con inversiones estancadas en proyectos de agua y salud, dijo, y agregó que el gobierno ha intensificado los esfuerzos para garantizar que se realicen las obras públicas.