Si bien Perú y Chile cuentan con una gran riqueza mineral, especialmente de cobre, en lo cual ambos suman el 40% de la producción global, también comparten un problema: la demanda de agua es más alta que la cantidad disponible.
Para analizar esta situación y buscar una solución oportuna, el Centro de Estudios del Cobre y la Minería (Cesco) y el proyecto de la Cooperación Regional para la Gestión Sustentable de los Recursos Mineros en los Países Andinos (MinSus) presentaron los resultados del estudio “Cinco Nichos Socio-Tecnológicos Críticos para una Minería Sostenible en la Región Andina”.
Con respecto a la inversión en ello, el estudio menciona que Perú tiene dentro de su cartera de proyectos en minería 5 que se proyectan a utilizar agua de mar como fuente de abastecimiento de agua, equivalentes a US$ 4,654 millones, para lo cual el documento consideró a Bayovar 12, Fosfatos Pacífico, Mina Justa, Los Calatos y Tía María; sin embargo con la actualización de la cartera vemos que los 3 primeros de dichos proyectos ya se encuentran en operación.
Actualmente en el Perú existen 5 proyectos en cartera de construcción que planean utilizar agua de mar, estos son Los Calatos con una inversión de US$ 655 millones; Tía María con una inversión de US$ 1,400 millones; Pampa de Pongo con US$ 2,344 millones; Ampliación Shouxin con US$ 140 millones; y Ampliación Bayóvar con US$ 450 millones, la cual operará de manera mixta haciendo uso de agua de mar y aguas superficiales, según la Cartera de Proyectos de Inversión Minera 2023.
Este factor, que responde a causas naturales, ya que tienen zonas desérticas, así como al incremento de uso del agua y el cambio climático, genera tensiones sociales, económicas y ambientales.
Según el Observatorio de Conflictos Mineros de América Latina en Chile y Perú, más de la mitad de los conflictos mineros que tienen reportados están relacionados con el agua; y las proyecciones sugieren que el estrés hídrico se intensificará hasta el 2040.
Ya que uno de los importantes nichos que aborda es el recurso hídrico, se indica que el territorio peruano está compuesto por 159 cuencas hidrográficas y al año 2018 se catastraban 8 plantas desaladoras de agua, de las cuales solo una es para consumo humano y el resto para la minería, riego y producción de energía.
El informe resalta a las plantas desaladoras de agua como una oportunidad en aumento para enfrentar la escasez hídrica, tanto en Chile como en Perú. “Se ha definido la desalinización como la mejor decisión para minimizar los efectos del estrés hídrico y cambio climático”, señala en la página 18.