En el Perú se han identificado más de 350 plantas de procesamiento vinculadas a la minería artesanal, informal e ilegal, informó Marilú Llerena, superintendenta nacional de la Sunat, durante su participación en el panel “Cómo abordar la trazabilidad y sus desafíos” en PERUMIN 37.
La funcionaria explicó que se ha puesto en marcha un “modelo de control inteligente”, que combina la presencia física con un “corredor de información” integrado por diversas entidades. Gracias a esta estrategia fue posible detectar dichas plantas.
“Se ha implementado un nuevo puesto de control con el fin de evitar que los insumos químicos empleados en el procesamiento de minerales se desvíen hacia actividades ilegales. Sin embargo, la magnitud de los puntos de riesgo obliga a reforzar y optimizar los mecanismos de trazabilidad”, señaló.

Llerena anunció que la Sunat propondrá un marco normativo renovado para garantizar que la cadena de valor minera —desde la exploración y extracción hasta el procesamiento, transporte y uso— cumpla con los estándares ambientales, laborales y sociales.
“El sistema es complejo y requiere un control integral para asegurar que insumos como cianuro o mercurio tengan un destino regulado y no terminen alimentando la minería ilegal, que genera graves daños al ambiente y a la Amazonía”, advirtió.
Asimismo, destacó que el Perú mantiene “una economía limpia”, ya que el 85% del presupuesto nacional se financia con impuestos.