Angela Grossheim, directora ejecutiva de la Sociedad Nacional de Minería, Petróleo y Energía (SNMPE), sostuvo que el sistema eléctrico peruano tiene “retos importantes por resolver en el camino a una mayor penetración de energía renovable” pero la coyuntura internacional, sumada a lecciones recientes como los apagones registrados en países como Chile y España, “obliga a mirar con mayor rigor la necesidad de consolidar y adaptar técnicamente nuestro sistema”.
Para la presidenta gremial y exministra de Energía y Minas, promover mecanismos que aceleren una incorporación masiva de nueva generación RER sin una adecuada complementariedad con fuentes firmes, como el agua y el gas natural –que actualmente garantizan la seguridad operativa del sistema–, “podría introducir riesgos innecesarios”.
“Estas fuentes son la base sobre la cual se debe seguir integrando RER de forma segura, progresiva y sostenible. Asimismo, tienen que promoverse las adecuaciones técnicas en el sistema, necesarias para continuar en su crecimiento”, dijo Grossheim en una reciente columna publicada en el portal Gestión.
Perú cuenta con una de las matrices energéticas más limpias y diversas de la región, compuesta por múltiples tecnologías. Este avance ha sido posible gracias a la inversión privada, a un marco regulatorio promotor de eficiencia y estabilidad, y al entorno favorable de mercado y tecnología que facilitó el desarrollo de las energías renovables no convencionales (RER), que hoy producen aproximadamente el 10% de la electricidad del país.
Para Grossheim, la reglamentación de la Ley N° 32249 representa una oportunidad clave para afianzar el desarrollo eficiente y competitivo del sistema eléctrico. “Nos encontramos en una etapa de análisis técnico del reglamento propuesto, en la que se deben respetar los límites establecidos por la ley, fortalecer las condiciones de competencia y asegurar que los cambios regulatorios realmente beneficien a los usuarios eléctricos y al país en su conjunto”, dijo.
Para la directora ejecutiva de la SNMPE resulta sumamente importante preguntarse cómo lograr precios más competitivos y previsibles para los usuarios finales. Una respuesta es permitir mayor competencia. Para ello, en las licitaciones se deben presentar ofertas que cubran las 24 horas del día. “Esto permitiría evaluar de manera integral las ventajas de cada tecnología durante todo el ciclo diario, en lugar de fraccionar la demanda en bloques horarios y así asegurar que se adquiera energía al mejor precio a lo largo de todo el día”, dijo. “Una lógica segmentada solo traslada los sobrecostos al usuario, al obligar a contratar ofertas con tecnologías más costosas para cubrir las horas faltantes. El cubrir las 24 horas del día garantizará que el usuario eléctrico tenga una mejor tarifa, debiendo ser ese el objetivo central de una modificación regulatoria”.
Para Grossheim, preocupa que se limite la participación de la generación existente en las licitaciones de largo plazo, la que quedaría sujeta a la autorización del regulador y resulta fundamental implementar adecuadamente el reglamento del mercado de servicios complementarios contemplados en la Ley N° 32249. “Estos servicios –como la regulación de frecuencia, el control de tensión, la reserva operativa y la respuesta rápida ante contingencias– son esenciales para asegurar la estabilidad, confiabilidad y calidad del suministro, especialmente en un entorno de mayor penetración de fuentes intermitentes”, indicó.