“La minería ilegal se está apoderando de proyectos mineros cancelados. Un ejemplo de esto es Conga, de US$ 4,800 millones de inversión estimada para extraer oro y cobre en Cajamarca. Allí, el presidente del Consejo Regional de Cajamarca, Karlos Peralta Pérez, comentó que se han detectado operaciones de mineros ilegales y que hay pasivos ambientales ocasionados por la minería ilegal”, afirmó Víctor Fuentes, gerente de Políticas Públicas del Instituto Peruano de Economía.
En entrevista con la revista Desde Adentro, de la SNMPE, comentó que también la minería ilegal está generando costos excesivos para los proyectos mineros, como es el caso de Minera Poderosa, que, desde el 2022, ha enfrentado una serie de atentados atribuidos al incremento de la minería y a la delincuencia organizada en Pataz.
“En respuesta, Poderosa ha incrementado significativamente sus gastos en seguridad, multiplicando por 10 su presupuesto en seguridad en comparación con los niveles previos a la pandemia”, aseveró.
Con relación a los conflictos sociales, declaró que este tiene un impacto significativo en el crecimiento económico, particularmente en sectores clave como la minería, al limitar las operaciones de las empresas, sus exportaciones y sus decisiones de inversión.
“Se identificaron 23 proyectos retrasados por razones externas a las empresas, como conflictividad social y tramitología, representando un monto de inversión global de US$ 29,667 millones, que generaron pérdidas económicas significativas, incluyendo S/ 698,296 millones en valor agregado bruto y S/ 122,689 millones en recaudación fiscal entre 2008 y 2022”, reveló.
Complementó que la menor actividad minera derivada de los conflictos sociales provocó la pérdida anual promedio de 156,380 empleos entre 2021 y 2023.
“Calculamos también que el crecimiento adicional que se hubiera generado habría permitido que 1.7 millones de personas dejen de ser pobres al 2022”, advirtió.
Subrayó que la inversión la inversión minera ascendió a US$ 3,756 millones a octubre de 2024, lo que representa un crecimiento de 4% en términos reales respecto del 2023 y fue impulsado principalmente por la mayor inversión en exploración (+17%) y en la reposición de gastos de capital en plantas de beneficio.
“Para el 2025 se espera que se comiencen a ejecutar los proyectos Zafranal (US$ 1,263 millones), Pampa de Pongo (US$ 1,781 millones) y Tía María (US$ 1,400 millones), en Arequipa; además de Reposición Antamina (US$ 1,604 millones), en Áncash; y Corani (US$ 579 millones), en Puno. Estos proyectos representan, en conjunto, una inversión total de US$ 6,627 millones”, dijo Víctor Fuentes.