Si partimos de un sistema eléctrico, como el de España, donde cada vez se tiene un despliegue mayor de energías renovables no convencionales y son más frecuentes las horas de precio cero, se necesita un complemento para estas tecnologías de transición, y esa es precisamente el almacenamiento, según afirmó Álvaro Pérez, gerente de AFRY Management Consulting.
Con base en un estudio sobre propuestas regulatorias para incentivar el desarrollo de almacenamiento y con ello la integración renovable, elaborado por AFRY, el ejecutivo refirió en el Perú Energía 2024 que los sistemas de baterías “permiten gestionar de manera eficiente la variabilidad para desplazar la producción en horas de sol hacia las horas de mayor consumo”.
Aseveró que “el almacenamiento tiene una serie de beneficios que pueden ser cuantificables desde un punto de vista económico, pero que no son directamente reflejados en el mercado eléctrico”, como pueden ser el ahorro de emisiones, la mayor integración de energías renovables o el evitar verter renovables hacia la red eléctrica.
No obstante, Álvaro Pérez remarcó que no es muy probable que el mercado atraiga por sí solo a las tecnologías de almacenamiento, pero que con un esquema regulatorio realmente optimizado se podría conseguir más capacidad de almacenamiento de la que en realidad podría necesitar la red eléctrica y seguir teniendo un impacto positivo para el sistema.
“En comparación con España, Perú tiene un punto de partida mucho más ventajosa, pues su sistema eléctrico está basado en fuentes de gran flexibilidad y estas de por sí suponen una batería natural, que es tanto la energía hidráulica como la de los propios ciclos combinados”, indicó.
Y continuó: “Es aquí donde el despliegue de baterías de almacenamiento, en especial el almacenamiento de corto plazo, pueden jugar un papel fundamental y ser el complemento ideal para ese futuro sistema descarbonizado donde se parta de una base sólida hidrotérmica con unas energías renovables y con un almacenamiento que module la generación renovable”.