Durante el panel “Logística: ¿Existen suficientes servicios e infraestructura para el desarrollo de los campos de hidrocarburos en el noroeste?”, realizado en PERÚ ENERGÍA Norte, representantes del sector coincidieron en que la región necesita infraestructura vial, capital humano especializado y un marco regulatorio predecible para sostener la nueva etapa de inversiones. El panel fue moderado por Ricardo Martínez, director de Aguaytía Energy.
Julio Ubillús, presidente de la Cámara de Comercio, Industrias y Turismo de Talara, expuso con claridad las brechas más urgentes. Señaló que la ciudad enfrenta carencias básicas —agua, alcantarillado y salud—, pero remarcó que el principal cuello de botella para la logística petrolera es la deteriorada Vía Panamericana Norte. “El tramo Talara–El Alto es riesgoso por la cantidad de huecos”, advirtió.
También pidió priorizar la Vía Costanera y el reforzamiento del puente de Sullana, claves para el transporte de maquinaria y la competitividad regional. A ello sumó otro punto crítico: la necesidad de garantizar la cadena de pagos, especialmente por parte de Petroperú, para no paralizar a los proveedores locales.
Desde el sector de servicios petroleros, Armando Torres, gerente general de Estrella Petrolera, alertó sobre la falta de personal calificado. “No hay disponibilidad inmediata de jefes de equipo ni coordinadores de operaciones. Es un trabajo de alto riesgo y no se forma de la noche a la mañana”, explicó. También indicó que ya existen dificultades para movilizar equipos pesados y que, en seis meses, cuando inicie la campaña fuerte de perforación, la demanda podría superar la capacidad instalada. Además, remarcó la importancia de planificar desde ahora el abastecimiento de repuestos y servicios especializados.
Juan Sánchez, gerente comercial de Panda Energy, destacó que la nueva operadora ya inició producción y que prevé perforar más de 2.300 pozos en diez años. Advirtió que la permisología sigue siendo una barrera que puede comprometer la ejecución, así como la escasez de servicios, equipos y capital humano. Propuso coordinar entre operadoras para generar economías de escala y fomentar la formación de técnicos y profesionales. También alertó que el noroeste no cuenta con la infraestructura necesaria para procesar el incremento proyectado de gas. Finalmente, volvió sobre un tema transversal: la cadena de pagos y la necesidad de que Petroperú supere sus dificultades financieras.
El cierre del panel estuvo a cargo de Guillermo Ferreyros, gerente general de OIG Perú, quien recordó que su empresa perforará más de 300 pozos en los próximos años y que la actividad será intensa y continua. Subrayó que para sostener inversiones de esta magnitud se necesita previsibilidad. Criticó la creciente politización del sector y la complejidad de los permisos, y pidió que Perupetro y Osinergmin vuelvan a ser entidades que acompañen al operador, y no solo fiscalicen o sancionen. “Este es un sector de largo plazo. Necesitamos reglas claras desde el inicio hasta el final, incluido el abandono”, afirmó.