El proyecto de oro San Gabriel, una mina mediana ubicada en el distrito de Ichuña, Moquegua, cuya construcción, a la fecha, presenta un avance de 88%, gracias a una inversión de alrededor de US$ 500 millones, sostuvo Alejandro Hermoza, su vicepresidente de Sostenibilidad en una charla organizada por la Cámara de Comercio de Canadá-Perú.
El ejecutivo de la minera que lista sus papeles en la Bolsa de Valores de Nueva York afirmó que, en este proyecto, Buenaventura proyecta iniciar la producción y entrega de las primeras barras de oro en el último trimestre del año. No obstante, reconoció que esta meta supone grandes retos como geografía extrema, logística compleja y exigencias tecnológicas.
La compañía lidera cinco proyectos: la mina de plata de Yumpag (Pasco); la mina de oro de San Gabriel (Moquegua), y las operaciones polimetálicas en Trapiche (Arequipa), Coimolache Sulfuros (Cajamarca) y El Algarrobo (Piura).
En términos de producción, con miras al centenario de su fundación, la empresa busca alcanzar las 200,000 onzas de oro anuales, los 20 millones de onzas de plata y las 140,000 toneladas de cobre. También pretende ubicarse en el segundo cuartil de costos globales y mantener operaciones subterráneas y a tajo abierto con vidas útiles de al menos 5 años y 10 años, respectivamente.
Actualmente, Buenaventura tiene presencia en ocho regiones del país con sendas operaciones activas: minas de oro de Orcopampa y Tambomayo (Arequipa) y de Coimolache y La Zanja (Cajamarca), minas de plata en Chungar y Uchucchacua, Cerro Verde —participación accionaria significativa en la gran operación de cobre en Arequipa— y Julcani (Huancavelica), considerada su alma mater.
Alejandro Hermoza afirmó que la minería en el Perú enfrenta retos complejos, pero también grandes oportunidades de desarrollo que exigen un equilibrio de los pilares económico, ambiental y social.
“La sostenibilidad no debe confundirse con filantropía. La minería se sostiene en esos tres pilares. Sin un resultado económico sólido, no puede haber equilibrio con los otros dos. El objetivo es buscar balance y generar desarrollo compartido a nivel local, regional y nacional”, sostuvo Hermoza.
El representante de Buenaventura, en su conferencia Visión estratégica y retos de Buenaventura, destacó el impacto social de la compañía, reflejado en sus relaciones con más de 30 gobiernos locales y más de 100 comunidades campesinas —20 de ellas comunidades originarias—, lo que ha permitido generar empleos para entre 12,000 y 15,000 trabajadores locales, según la etapa de cada proyecto.
Las operaciones mineras, según Hermoza, constituyen una oportunidad única para generar sinergias, en beneficio de los miembros de cada comunidad. “Por ejemplo, llevar electricidad a San Gabriel no solo debe servir a la mina, sino a la electrificación rural de la zona. Así ocurrió en Cajamarca, donde la minería ayudó a electrificar más del 90% de las zonas rurales”, puntualizó.
Hermoza resaltó el ritmo de recuperación de la empresa tras el duro golpe económico sufrido durante la pandemia, registrando ingresos mayores en 33% segundo trimestre de 2025 comparado con el mismo lapso de 204, un ebitda en alza de más del 21%, y mayor inversión en capex, principalmente en San Gabriel. “En paralelo, hemos fortalecido la caja y reducido nuestra deuda, lo que nos permite planear con más aliento hacia el centenario”, acotó.
“La minería se desarrolla principalmente entre los 3,500 y 4,000 metros de altura, lo que añade complejidad: oferta hídrica limitada, condiciones climáticas exigentes y entornos sociales diversos”, explicó. “Por ello, hemos trabajado con los más altos estándares en minería, metalurgia, relaves y procesos de comisionamiento”.
Hermoza subrayó la resiliencia que ha caracterizado a Buenaventura a lo largo de su historia. La compañía nació en 1953 como una pequeña unidad en Julcani (Huancavelica) y, desde entonces, ha atravesado contextos sociales y políticos de todo tipo, incorporando minas y proyectos, y demostrando resiliencia frente a los desafíos. Hoy lista sus papeles en las Bolsas de Lima y Nueva York.
Actualmente la empresa, reveló su vicepresidente de Sostenibilidad, “busca promover el uso de inteligencia artificial en geología, seguridad y gestión social; proponer nuevos enfoques de circularidad y gestión de residuos desde el origen; y brindar servicios especializados en educación, territorio, derechos humanos y medio ambiente”.