La industria minera en Perú ha demostrado una notable fortaleza y un desempeño financiero superior durante 2024, superando significativamente las métricas de sus contrapartes globales. La quinta edición del informe global “Mine 2025” de PwC, en su capítulo peruano, revela que las 13 empresas mineras más representativas que cotizan en la bolsa local registraron un aumento en sus ingresos del 12.3%, alcanzando los US$14,721 millones, y un impresionante crecimiento del 19.8% en su ebitda, que llegó a los US$7,924 millones.
Este sólido desempeño se tradujo en un margen de rentabilidad excepcional. El margen ebitda del grupo de empresas peruanas analizadas se situó en un 54%, una cifra que contrasta marcadamente con el 22% de margen promedio de las 40 compañías mineras más grandes a nivel mundial. Este resultado subraya la alta eficiencia y la calidad de los activos operativos en el país.
El crecimiento fue impulsado principalmente por la favorable cotización internacional de metales clave como el oro (+23.0%), la plata (+20.7%), el zinc (+5.0%) y, sobre todo, el cobre (+7.9%). Este último fue el mineral más vendido, representando el 56.8% de los ingresos totales de las 13 compañías analizadas, con Sociedad Minera Cerro Verde y Southern Peru Copper Corporation, Sucursal del Perú como los principales contribuyentes.
“Los resultados de 2024 son un claro indicador de la resiliencia y el potencial del sector minero peruano. No solo estamos viendo un crecimiento robusto en ingresos, sino una rentabilidad que nos posiciona como líderes a nivel mundial”, afirmó Pablo Saravia, socio de Auditoría y Líder de Minería de PwC Perú. “Estos hallazgos reafirman la importancia estratégica de la minería para la economía nacional, no solo como motor de exportaciones, sino también como un contribuyente fiscal clave, con un aumento del 32% en el pago de impuesto a la renta respecto al año 2023”.
A nivel nacional, la exportación total de minerales ascendió a US$47,701 millones, un 12.1% más que el año anterior, evidenciando el papel crucial del sector en la balanza comercial del país.
Las fusiones y adquisiciones (M&A) siguen siendo una estrategia fundamental para que las empresas aseguren recursos esenciales y aceleren su transformación. Sin embargo, un aspecto es claro, sin importar cómo se desarrollen los acontecimientos en la próxima década, la colaboración entre todos los actores de la industria minera será clave para el 2035: gobierno, empresas mineras, inversionistas, comunidades y la academia.
De cara al futuro, Pablo Saravia concluye: “Para el 2025, se proyecta una moderación en los ingresos de la industria, tanto a nivel global como local, principalmente por menores precios de los commodities. Sin embargo, otros indicadores claves de las empresas mineras locales son mejores respecto a las mineras globales, lo que constituye una fortaleza que hay que resaltar”.