De acuerdo con el profesor principal de la Escuela de Postgrado Gerens, Arturo Vásquez, “en el Perú no existe barrera absoluta para el ingreso de las energías renovables al mercado de generación”, pues la experiencia demuestra que en los próximos tres años se pondrán en funcionamiento alrededor de 10 nuevas centrales de generación eólica y solar, sin haber requerido algún proyecto de ley diseñado para este tipo de tecnologías.
Basándose en el caso de la reciente inauguración de dos centrales híbridas renovables con sus respectivos sistemas de almacenamiento en la región Loreto, remarcó que no hay necesidad de “crear una distorsión tan grande en el marco de regulatorio que ha generado más de 30 mil millones de dólares de inversión en toda la historia desde la Ley de Concesiones Eléctricas” aprobada por Decreto Ley Nº 25844.
El ex viceministro de Energía afirmó que las energías renovables efectivamente contribuyen con la diversificación de la matriz energética, mas no es cierto que esta diversificación sea a costo cero, pues implica diseñar una matriz apoyada en fuentes primarias de generación más estables, sistemas de almacenamiento y servicios complementarios, con el objetivo de atender la demanda creciente y asegurar la confiabilidad del sistema.
“La introducción de energías renovables debe estar acompañada de un seguro asociado a inversiones en servicios complementarios y sistemas de almacenamiento para que funcione. Pero si no lo hacemos, deberemos trasladar costos a los usuarios a mediano plazo. Es el caso de Chile, donde los usuarios están asumiendo costos sombras y existe un tope tarifario que ha ocasionado mayores distorsiones. No debemos repetir errores”, remarcó.
Apoyándose en un estudio de Videnza Consultores, Arturo Vásquez sostuvo que el reemplazo del 40% de la generación eléctrica de gas natural con fuentes renovables contribuiría con una reducción anual de 4.7 millones de toneladas de CO2 equivalente, lo que representa apenas el 2.1% del total de emisiones en Perú y resulta muchísimo menor frente a sectores de mayores emisiones de CO2, como lo son el transporte, la agricultura y el uso de tierra.
De manera similar, descartó que el ingreso de energías renovables al sistema eléctrico tenga un efecto de reducción de las tarifas eléctricas, pues para las licitaciones de proyectos de energías tipo eólica, solar, hidroeléctrica o biomasa se necesitó inyectar subsidios de 1,800 millones de dólares en los últimos quince años, los cuales han sido cargados bajo el concepto de Prima RER en las facturas y han sido pagados por todos los peruanos.
Por su naturaleza intermitente y requerimiento de mecanismos adicionales para garantizar su estabilidad, la integración de las fuentes RER al sistema supone cuatro costos ocultos o inadvertidos: los costos generados por el desplazamiento del gas natural y la subvención de las renovables, los costos para adaptar el sistema de transmisión, los ingresos perdidos por la sustitución del gas natural y los costos sobre las distribuidoras eléctricas.
“Asumiendo una penetración de energías renovables al 30%, a los consumidores les costaría 1,026 millones de dólares. Y si a esto le sumamos el costo de desplazamiento del gas natural, la adaptación de las redes de transmisión y los sistemas de almacenamiento, el costo total de la transición energética para los usuarios sería de 5,393 millones de dólares”, advirtió.