El oro superó los US$ 2.500 la onza por primera vez, impulsado por las esperanzas de que la Reserva Federal de Estados Unidos esté cada vez más cerca de recortar las tasas de interés. El lingote al contado subió hasta un 1,8% hoy viernes, superando el récord anterior establecido el mes pasado, mientras una lectura decepcionante sobre el mercado inmobiliario estadounidense reforzó las expectativas de recortes rápidos y más profundos por parte de la Reserva Federal.
El metal precioso ha subido alrededor de un 20% este año, según estimados de la agencia Bloomberg, en medio de un creciente optimismo sobre la flexibilización monetaria y las grandes compras por parte de los bancos centrales. También ha visto una mayor demanda como activo refugio debido a los crecientes riesgos geopolíticos, incluidas las tensiones en Medio Oriente y el conflicto de Rusia con Ucrania.
Los lingotes comenzaron a dispararse a principios de año, sorprendiendo a analistas experimentados y veteranos, ya que no siempre hubo un catalizador macro claro para justificar su repunte de precios, y mantuvieron esas ganancias incluso cuando los operadores redujeron sus apuestas sobre el momento de los recortes de tasas. Pero más recientemente, el oro ha subido ya que se espera que los funcionarios estadounidenses comiencen a bajar las tasas pronto.
Una serie de datos estadounidenses sobre actividades recientes han convencido a los mercados de que el banco central estadounidense está a punto de reducir los costos de endeudamiento desde un máximo de más de dos décadas, con los impulsores convencionales del metal volviendo a ocupar un primer plano.
Todavía hay debate sobre hasta qué punto la Reserva Federal podría recortar las tasas, dado que las recientes lecturas económicas dieron señales contradictorias sobre el estado de la economía estadounidense