Desde el 4 de enero, la minera Antapaccay, del grupo Glencore, desarrolla sus actividades en condiciones muy complejas en la región del Cusco. Los bloqueos viales impiden el ingreso de insumos necesarios para la operación y la alimentación de los trabajadores, así como la posibilidad de su desmovilización a sus lugares de origen de forma segura”, manifestó la empresa a través de un comunicado.
La compañía ha suspendido temporalmente el transporte de concentrados. Al respecto, Antapaccay advirtió que de continuar con esta situación, se afectará la economía de Espinar (Cusco), que es la zona donde se encuentra el campamento minero. La minera indicó que actualmente en operaciones se encuentra el 38% de su fuerza laboral.
Antapaccay aseguró que genera el 70% del canon y regalías del presupuesto municipal de la provincia, y que entregan hasta el 3% de sus utilidades anuales antes de impuestos para financiar proyectos de desarrollo sostenible. Además, resaltó que contrata servicios con más de 100 empresas locales por cerca de S/220 millones anuales y genera el 8% del cobre que el Perú exporta.
Hace una semana, manifestantes incendiaron vehículos en el campamento de Antapaccay y posteriormente irrumpieron una casa bomba que dota agua a comuneros.