Desde que Kibali entró en producción hace 10 años, no solo ha crecido hasta convertirse en la mina de oro más grande de África, sino que también ha abierto una nueva frontera minera en la República Democrática del Congo y ha estimulado el desarrollo de una economía regional próspera en la provincia nororiental del país, dijo Mark Bristow, presidente y director ejecutivo de Barrick. El Congo se está convirtiendo en un destino atractivo para las mineras.
“Kibali tiene múltiples asociaciones con empresas locales, muchas de las cuales hemos asesorado activamente, como el equipo totalmente congoleño que construyó la central hidroeléctrica Azambi de la mina”, dijo Bristow. “Las tres estaciones hidroeléctricas de Kibali, que se actualizan continuamente, y su sistema de batería de respaldo, lo han puesto a la cabeza de la campaña de energía verde del grupo Barrick. En la actualidad, aproximadamente el 80 % de los requisitos de energía de la mina provienen de fuentes de energía renovables y esto aumentará cuando la nueva planta solar planificada se ponga en marcha en 2025, lo que reducirá aún más la huella de carbono de Kibali, así como sus costos”.
Bristow dijo que la asociación mutuamente beneficiosa entre la empresa y sus partes interesadas locales, en particular el gobierno, los contratistas, los proveedores de servicios, los empleados y la comunidad, había demostrado que era posible construir y operar una empresa exitosa, de clase mundial, en uno de los rincones más remotos de África.
En los 13 años transcurridos desde la adquisición de la propiedad que se convirtió en Kibali, Barrick ha invertido más de US$4,600 millones en la República Democrática del Congo, con pagos a: contratistas y proveedores locales que ascienden a casi US$2,400 millones; US$1,400 millones para el gobierno en forma de regalías, impuestos y permisos; sueldos por US$621 millones; y la inversión de US$196 millones en desarrollo de infraestructura y apoyo comunitario.
Por cuarto año consecutivo, la exploración reemplazó con creces el oro que Kibali extrajo en 2022, extendiendo el perfil de producción de la mina hasta 2033 y aumentando las reservas a un nivel equivalente al del estudio de factibilidad original de 2010, a pesar de producir más de 6,4 millones de onzas de oro anuales desde la puesta en servicio. Barrick continúa explorando para reemplazar el agotamiento en Kibali y nuevas oportunidades de crecimiento en otras partes de la RDC.
La mina también sigue invirtiendo en la contratación y formación de congoleños, que ya representan el 95% de su fuerza laboral y el 76% en los puestos de liderazgo, con especial énfasis en el desarrollo de habilidades de los potenciales gerentes y técnicos.