Las interconexiones eléctricas entre países, antes que procesos físicos, son procedimientos políticos. José Ramón Gómez, especialista en energía de la División Energía del Banco Interamericano de Desarrollo (BID), está convencido de que este 2023 será el año de “las grandes definiciones”. La interconexión eléctrica entre Ecuador y Perú representa un viejo anhelo de ambos países, recordó en el Perú Energía Norte, realizado por Prensa Grupo SAC en la ciudad de Piura. “Está definido el trazado en Ecuador, y eso costó dos o tres años, porque hubo que hacer acuerdos con las comunidades”, recordó Ramón Gómez. El costo actualizado del proyecto por el lado de Ecuador es de US$290 millones. Es sabido que Ecuador impulsará su interconexión eléctrica con Perú con una línea de 500 kilovoltios. “Y por el lado de Perú, se trata de una concesión privada y el proceso lo lidera ProInversión. Nos han informado que el proceso se declaró desierto en noviembre de 2022 por un asunto de riesgo”, dijo. La línea en la parte del territorio peruano se extendería por 264 km y tendría un costo de US$217 millones.
“En Ecuador, el costo de la obra lo asume una entidad pública, y en el Perú, un privado, son dos animales distintos, y, por tanto, coordinar esta agenda no ha sido fácil porque son dos modelos de negocio distintos”, dijo. En noviembre del año pasado, el BID aprobó un crédito de US$125 millones para el proyecto en el lado de Ecuador, y está a la espera de que el proyecto cuente con la cofinanciación del Banco Europeo de Inversiones (BEI) por otros US$125 millones. “Los convenios de préstamo deben estar firmados antes del 15 de agosto de este año, y estamos trabajando en ello”, precisó José Ramón Gómez. “La dificultad es el lado peruano; la interconexión es un proyecto político y de confianza, todos tenemos que remar para el mismo lado”. El especialista argumentó que la interconexión entre ambos países es “necesaria” porque los mercados andinos son “dinámicos e interdependientes”. Ahora bien, en el BID esperan que en junio de este año ProInversión logre adjudicar el proyecto a un privado.
La nueva infraestructura de transmisión, que permitirá fortalecer la integración energética regional y promover el desarrollo del Sistema de Interconexión Eléctrica Andina (SINEA), constará de una línea de extra alta tensión de 544 km entre ambos países. El tramo ecuatoriano, sujeto de este financiamiento, consta de 280 km de líneas de transmisión y una subestación nueva en Pasaje. El tramo partirá de una subestación existente en Chorrillos, al norte de Guayaquil, y correrá hacia el sur hasta la frontera con Perú, en donde el proyecto continuará por 264 km adicionales hasta Piura, tramo que será financiado por el sector privado de dicho país.
En Ecuador las obras serán de propiedad y operadas por la Empresa Pública Estratégica Corporación Eléctrica del Ecuador (CELEC-EP), en tanto que, para el tramo de Perú, la licitación se hizo bajo el modelo de concesión privada, que incluye 30 años de operación comercial. Se espera que, al cabo de los cinco años de duración del proyecto, la energía eléctrica comercializada entre ambos países aumente sustancialmente al incrementarse la capacidad de transmisión, desde los actuales 80 MW hasta los 680 MW, propiciando el intercambio de excedentes de electricidad entre ambos países.
La nueva interconexión también promoverá el establecimiento de un mercado eléctrico subregional en el marco del Mercado Andino Eléctrico Regional de Corto Plazo, establecido en la regulación de la Comunidad Andina, que busca facilitar los intercambios de electricidad en la región. Asimismo, el proyecto incluye la realización de una serie de cursos de entrenamiento técnico para mujeres en el sector de transmisión.