Minera Antapaccay se ha visto forzada a suspender temporalmente sus operaciones desde el 21 de enero de 2023, como consecuencia de los graves ataques sufridos a sus instalaciones por manifestantes contra el Gobierno. Según estimados de la empresa, por cada día no trabajado, la región del Cusco deja de percibir más de S/2.5 millones por canon y regalías mineras no percibidas.
Los impactos económicos van más allá ya que la provincia de Espinar, donde opera la empresa; sus distritos están dejando de recibir S/540.000 diarios como presupuesto municipal por esta suspensión, dinero importante para realizar obras de desarrollo en una provincia que aún tiene un bajo Índice de Desarrollo Humano.
Al no producir la empresa minera, sus trabajadores y proveedores locales se ven severamente afectados. Además se estima que la provincia está dejando de percibir S/640.000 por contratación de servicios locales al tiempo que se restringe la posibilidad de seguir generando empleo en la provincia. Antapaccay cuenta con 1.946 trabajadores en planilla y 2.164 contratistas actualmente paralizados.
Ellos no son los únicos afectados ya que cerca de 20.000 personas de la provincia están reduciendo sus ingresos por el empleo inducido que genera la empresa. Varias empresas locales se están quedando sin liquidez para asumir sus cargas financieras como créditos o el pago de sus planillas.