La industria del gas natural —y diversos estudios así lo indican— tendrá un papel importantísimo en el futuro en la matriz energética mundial y,, en consecuencia, los países con este recurso natural deben plasmar sus estrategias energéticas en una extensión de 30 o 40 años, y no limitarse a plazos más cortos porque “la descarbonización está asociada al gas natural y a la demanda de GNL [gas natural licuado en particular”, resaltó Álvaro Ríos, exministro de Hidrocarburos de Bolivia y socio director de Gas Energy Latin America, en el XI INGEPET 2025.
Conforme las tecnologías avanzan y la inteligencia artificial se posiciona como el próximo gran avance, el planeta necesitará más y más energía. Álvaro Ríos admite que mucha de ella provendrá de fuentes renovables pero, “para hacerla firme”, deberá estar respaldada con gas natural. El GNL se constituirá en un actor preponderante en la matriz energética mundial, y sobre todo será utilizado para la seguridad del abastecimiento. “Los ductos que cruzan fronteras ya no son muy confiables”, indica Ríos, mientras señala lo sucedido entre Ucrania y Rusia.
A diferencia del “fracaso del milagro boliviano”, así lo llama Álvaro Ríos, en una clara referencia al gobierno de Evo Morales, que en 20 años en el poder llenó las arcas públicas con US$67,000 millones provenientes de la exportación de gas natural, pero que de poco o nada han servido, y al declive de la producción del hidrocarburos por la posterior ausencia de inversiones privadas, el aumento de los tributos y de estatización acelerada, cree el especialista que el Perú está en una mejor posición para aprovechar el prometedor futuro de la molécula.
“En 2028 o 2029, Bolivia deberá importar gas natural”, sostuvo Ríos. “Hay estructuras dónde perforar pero eso nos tomará cuatro, cinco, acaso seis años si es que hacemos las cosas bien”. En Bolivia, alrededor del 70% de su energía eléctrica es generada por el gas natural, de modo que la situación es una urgencia nacional, indicó.
“Felizmente el Perú, con sus problemas, con todo, sigue un modelo que, diremos, es exitoso en cualquier ámbito que lo hayamos comparado a lo que está pasando en Bolivia”, dijo Ríos. “Por eso le dará un mensaje al Perú: no se queden sin gas natural porque, cuando tengan que importarlo, sufrirán y mucho”, sostuvo.
Durante su participación, indicó que el potencial de la zona de Camisea es aún mayor pero requiere de incentivos para la exploración, “hay que explorar para el mercado interno, y también para la exportación de gas, no hay por qué explorar para atender únicamente el mercado interno, principalmente con los precios que tiene”. Y añade: “También es necesario un plan nacional de gasoductos; no se puede masificar con camioncitos, por favor”.