La minería formal es un motor innegable para la economía nacional y, también en gran medida, para los gobiernos locales y regionales. Este y otros puntos se destacaron durante el evento Rumbo a PERUMIN, realizado en Arequipa y organizado por el Instituto de Ingenieros de Minas del Perú (IIMP), donde representantes del sector privado como Gonzalo Tamayo, socio de Macroconsult, destacaron el importante aporte que realiza esta actividad extractiva en la región.
Entre 2021 y 2024, las transferencias mineras hacia el Gobierno Regional de Arequipa (GORE) y los gobiernos locales de la región han superado consistentemente los mil millones de soles anuales, acumulando un total de S/ 5,028 millones en ese período.
“Estas cifras reflejan el crecimiento sostenido del sector minero. En los últimos años, el volumen de exportaciones ha registrado un aumento significativo, lo que ha repercutido directamente en mayores pagos por impuesto a la renta y, en consecuencia, en un incremento notable de las transferencias a los gobiernos subnacionales. Gracias a ello, el aporte de la minería al financiamiento de los gobiernos regionales y locales de Arequipa se ha multiplicado aproximadamente por 2.5 en la última década”, destacó Tamayo durante su participación.
Asimismo, en el 2024, las transferencias mineras al Gobierno Regional de Arequipa ascendieron a S/ 268 millones, lo que permitió financiar el 42.25 % de su inversión pública. Ese mismo año, los gobiernos locales de la región recibieron S/ 875 millones por este concepto, cubriendo el 44.12 % de sus inversiones. Entre los distritos que concentraron los mayores montos destacan Cerro Colorado y Yarabamba, seguidos por Majes, La Joya y Paucarpata.
Por otro lado, Carlos Enrique Fernández, presidente de la Cámara de Comercio e Industria de Arequipa, también resaltó la importancia de la minería para la región, haciendo énfasis en el consumo y en el aporte responsable que hace esta, a través de la formalidad.
El encuentro dejó en claro que la minería no sólo impulsa las grandes cifras macroeconómicas del país, sino que también es clave para el desarrollo territorial, al financiar buena parte de la inversión pública regional y dinamizar las economías locales. En un contexto donde se busca reactivar la economía y cerrar brechas, consolidar una minería formal, sostenible y con enfoque territorial es una oportunidad que Arequipa —y el Perú— no pueden desaprovechar.