En el marco de su participación en el PERÚ ENERGÍA Sur Cusco, Jimmy Cotrina, ejecutivo del Grupo Funcional de Evaluación de Potencial de Perupetro, expuso un detallado diagnóstico sobre el estado actual y las perspectivas del desarrollo hidrocarburífero en el país, centrado especialmente en el tren gasífero regional que comprende las áreas de Camisea, Madre de Dios y Oriente.
Cotrina subrayó que Perú cuenta con 18 cuencas sedimentarias con potencial hidrocarburífero, de las cuales solo cinco tienen producción activa. A diciembre de 2024, la producción acumulada es de 2,795 millones de barriles de petróleo, siendo la cuenca Marañón la principal fuente con el 58% del total; mientras que en gas natural se alcanzaron 10.2 trillones de pies cúbicos (TCF), de los cuales el 70% proviene de la cuenca Ucayali.
El país presenta un volumen relevante de hidrocarburos aún sin desarrollar: 33,271 millones de barriles de petróleo y 43.2 TCF de gas natural como recursos prospectivos, además de reserves probadas, probables y recursos contingentes significativos tanto en petróleo como en gas natural. Sin embargo, Cotrina enfatizó que el verdadero desafío está en la falta de perforación exploratoria, afirmando que “si queremos identificar nuestro potencial de hidrocarburos, lo único que nos queda hacer es perforar. No hay otra salida”.
Desde 1994 hasta 2023, se han perforado apenas 172 pozos exploratorios. El mejor año para Perú registró 18 pozos, mientras que Colombia, en comparación, perforó 130 en un solo año.
En ese sentido, el ejecutivo señaló que solo la cuenca Talara ha alcanzado una madurez exploratoria, mientras que las cuencas Marañón, Ucayali y Madre de Dios siguen estando subexploradas, a pesar de contar con una alta prospectividad.
Uno de los focos de su presentación fue el eje Camisea-Candamo, considerado una de las zonas con mayor potencial del país. El campo Camisea ha acumulado hasta hoy 6.39 TCF de gas natural, con reservas probables de 8.67 TCF y recursos contingentes de 4 TCF. Por su parte, el yacimiento Candamo, descubierto en 1999, concentra 3.6 TCF de recursos contingentes y un impresionante volumen de 20.4 TCF en recursos prospectivos de gas natural, además de importantes reservas de líquidos de gas.
No obstante, Cotrina alertó sobre un gran obstáculo estructural: el marco regulatorio actual, que impone largos tiempos de permisos y trámites que, según sus palabras, “nos están ahogando”. Frente a ello, instó a acelerar la conversión de convenios de evaluación técnica en contratos efectivos, destacando que actualmente hay 54 áreas lanzadas a promoción, pero solo 4 con convenios firmados.
Finalmente, Cotrina resaltó la necesidad de una política energética de largo plazo que promueva la exploración como mecanismo clave para garantizar la seguridad energética nacional, reducir la dependencia de hidrocarburos importados y permitir el desarrollo de infraestructura como el proyecto Tren Gasífero Regional, que permitiría transportar gas natural desde Camisea hasta Madre de Dios y Oriente.