La combinación de una regulación más ágil y el uso de tecnologías innovadoras no solo reduciría el impacto ambiental, sino que también permitiría a la industria mejorar su competitividad y sostenibilidad, señala Omar Albarracín, gerente de Electrificación y Automatización en Siemens Perú. La cartera de negocios de la empresa pone un énfasis considerable en la electrificación y las tecnologías renovables, que son fundamentales para el futuro energético global. Cuentan con una extensa gama de soluciones en energías renovables, como la energía eólica, tanto en tierra como marina, y la infraestructura de redes eléctricas inteligentes. Estas tecnologías están diseñadas para mejorar la eficiencia energética, reducir las emisiones de carbono y apoyar a las empresas y países en su transición hacia un futuro más sostenible.
¿Qué tan ineficiente energéticamente es la industria minera en el Perú? ¿Cuáles son esas áreas en las que se pueden generar mejoras?
Los desafíos en términos de eficiencia energética están directamente influenciados por la permisología y la regulación administrativa del sector. Según Apoyo Consultoría (2018), la cadena de valor minera requiere completar 232 procedimientos administrativos, regulados por 470 normas, y la intervención de 29 entidades gubernamentales. Estos procesos no solo generan costos adicionales y retrasos, sino que también contribuyen a una pérdida de competitividad en el sector.
Por otro lado, un análisis del Índice de Competitividad Minera de Macroconsult (2022) indica que el Perú ocupa el último lugar en tiempos para obtener permisos de exploración. Esto afecta la recuperación de reservas y el desarrollo oportuno de nuevos proyectos, limitando la capacidad del sector para adoptar tecnologías más eficientes.
En términos de oportunidades de mejora, la implementación de tecnologías avanzadas para optimizar el uso de energía en la extracción y procesamiento de minerales es clave. Esto incluye el uso de sistemas de electrificación inteligente, optimización de procesos mediante big data, y herramientas de automatización. Además, acelerar procesos de certificación ambiental y reducir la burocracia podrían fomentar inversiones en soluciones más sostenibles y eficientes. Una declaración de impacto ambiental que debería tomar 30 días hábiles se aprueba en 127 días en promedio, según el informe final de la Comisión para el Desarrollo Minero Sostenible (2020).
La combinación de una regulación más ágil y el uso de tecnologías innovadoras no solo reduciría el impacto ambiental, sino que también permitiría a la industria mejorar su competitividad y sostenibilidad.
¿Qué desafíos energéticos enfrentan las empresas mineras en la región andina en general y en el Perú en particular?
En primer lugar, está el acceso limitado a fuentes de energías confiables. Muchas operaciones mineras se ubican en áreas remotas con infraestructura energética insuficiente, lo que dificulta el suministro constante y confiable de… Puede seguir leyendo esta entrevista en nuestra edición 115 aquí.