La confiabilidad energética es también un asunto económico y que tiene un impacto directo en los consumidores, sostuvo Javier Muro, gerente general del Grupo Distriluz, empresa que tiene 3 millones de usuarios y está presente en más de 11 regiones en el país. Mientras menos confiabilidad exista, el costo de la energía puede subir para unos y disminuir para otros, recalcó Muro.
La seguridad del suministro eléctrico es la capacidad de garantizar la disponibilidad continua de energía a los consumidores. Esto implica la expansión (horizontal y verticalmente) de la infraestructura para satisfacer la creciente demanda, minimizando las interrupciones, explicó Muro en el primer día del Perú Energía, el foro sectorial más importante del país, organizado por Prensa Grupo SAC.
A juicio de Muro, el Perú tiene una tarea pendiente: elaborar un estudio del valor de la energía no suministrada, y desde allí, poder planificar no solo la expansión de la infraestructura eléctrica, sino también impulsar que las empresas prioricen sus inversiones también incluyendo su impacto en la seguridad en el suministro. “Esto además puede ser una herramienta para que los usuarios tengan la posibilidad de tomar mejores decisiones conociendo el costo de la seguridad del suministro”, dijo.
El impacto económico de la seguridad del suministro energético es considerable. El PBI y la venta de electricidad crecen más o menos a la par; ambas están muy correlacionadas; si miramos una, indirectamente observamos la otra. Javier Muro, gerente general del Grupo Distriluz, que tiene 3 millones de usuarios y está presente en más de 11 regiones en el país, resalta que “hay un impacto de la energía en el crecimiento económico del país” y sin energía afloran “ciertas restricciones de crecimiento”.