Álvaro Monge, socio y gerente general de la consultora Macroconsult, comentó que “los efectos económicos de la minería son positivos, pero perfectibles. La mayoría de los efectos ocurren en el largo plazo, luego de que han pasado varios años de operación de la mina, aproximadamente luego de 10 años de que la mina está operando”.
Este dato se asienta sobre la base de un análisis distrital de información de los últimos 20 años (al 2022), elaborado por encargo del Instituto de Ingenieros de Minas del Perú (IIMP), que se presentará en el marco de Agromin, convención agrominera que tiene lugar desde hoy.
Estos efectos que inician tras una década responden, dijo Monge según declaraciones recogidas por el portal Gestión, , a que en materia de actividades y proyectos que realiza el Estado en favor de una población, “se tiende a empezar cuando las minas empiezan a tener utilidades porque es cuando la gran masa de dinero empieza a fluir en la zona. Hay un reto de tratar de buscar esquemas creativos que permitan adelantar los recursos que dan las minas en la zona”.
A su consideración, debe haber una mejor planificación de la inversión pública antes de la llegada de la minería a alguna zona. En el 2023, las municipalidades de Perú recibieron un total de S/ 14,304 millones para proyectos provenientes del rubro extractivo: canon y sobrecanon, regalías, renta de aduanas y participaciones, donde se encuentra el canon minero. De este monto, no se logró invertir S/ 5,074.2 millones.