Aunque el anuncio del 30 de marzo de que la Refinería Talara de Petroperú sería cerrada durante 90 días para reparaciones es una preocupación de calificación, no afecta el perfil crediticio de la compañía en este momento, según Fitch Ratings. La liquidez de Petroperú sigue siendo escasa. A diciembre de 2023, la empresa reportó US$ 64 millones en efectivo disponible. Sin embargo, enfrenta desafíos para renovar las líneas de crédito renovables por hasta US$ 1.300 millones que aún no están disponibles y están siendo evaluadas por diferentes bancos debido a preocupaciones ESG.
Según estimaciones de la compañía, el impacto de este evento sería una reducción de US$ 200 millones en la estimación de ebitda de Fitch para 2024, lo que impulsaría el apalancamiento.
El alto apalancamiento, considerado insostenible por Fitch en su última calificación comentario de acción, se ha incorporado en el perfil crediticio independiente de la empresa de ‘ccc-‘.
Fitch ha declarado que una nueva rebaja de la calificación de la empresa sería provocada por un empeoramiento de la situación de liquidez no resuelta por parte del gobierno, lo que no es el caso en este momento. Si bien este hecho tiene un impacto material en la rentabilidad y deteriora aún más la liquidez, el SCP actual ya refleja un exceso de apalancamiento y una liquidez insuficiente en ausencia de apoyo gubernamental.
Una nueva rebaja del perfil crediticio independiente de Petroperú colocaría a la compañía en la categoría de calificación ‘cc’, que según la metodología de Fitch, refleja la probabilidad de un probable evento de incumplimiento.
Esta definición no aplica para Petroperú dados los incentivos del Gobierno peruano para mantener el suministro de combustible al país, evitando así un evento de incumplimiento.
Fitch continuará monitoreando lo siguiente: reparación oportuna de la unidad FCK; seguimiento de los costos incurridos; monitoreo de la pérdida de ingresos; puntualidad y significado del apoyo del gobierno y la posición de liquidez de Petroperú.