La demanda de petróleo aún sigue siendo importante, y es el principal combustible para el transporte, comentó Rebecca Gaghen, jefa de división para Europa, Medio Oriente, África y América Latina de la International Energy Agency (IEA), destacando a su vez que la producción de este recurso seguirá creciendo en la región, principalmente impulsada por Guyana y Brasil.
Así lo dio a conocer en la Semana Arpel – Naturgas, un evento que se desarrolla en Cartagena de Indias, Colombia, y en donde también destacó que la demanda de petróleo alcanzará un pico máximo hacia el 2030, para luego ir perdiendo terreno debido a la mayor presencia de otras fuentes y tecnologías más limpias, como los vehículos eléctricos y la energía solar fotovoltaica.
En esa línea, sostuvo que las energías renovables en América Latina y el Caribe han reducido la dependencia de las importaciones de combustibles fósiles y ha fortalecido la seguridad energética en la región, por lo que ahora está bien posicionada para prosperar a medida que el mundo avanza hacia una era de energía limpia.
“El desafío también es trabajar en una transición energética centrada en las personas, y para eso se necesita una mezcla de políticas que proveche las ventajas de cada país”, sostuvo Gaghen, quien también indicó que la región representa sólo el 5% de las emisiones de gases de efecto invernadero en el mundo, y que las emisiones de CO2 empezarán a caer hacía el 2030 y luego en el 2050.