Los últimos indicadores de la actividad económica reflejan un persistente panorama negativo para la producción, el empleo y la inversión privada, señala el Instituto Peruano de Economía (IPE) en su ‘Termómetro económico’, En su edición de enero de 2024,
En octubre, la economía se contrajo 0.8%, anotando su octava caída en el año. Este resultado se dio luego del persistente retroceso de los sectores construcción (-9.1%) y agropecuario (-7.6%), así como de una menor producción manufacturera (-2.7%). Estas caídas fueron moderadas por el avance de la producción minera y de hidrocarburos (+3.1%).
En el sector externo, el volumen de las exportaciones no tradicionales moderó su caída a 2.8% en octubre; sin embargo, continuó acumulando cinco meses consecutivos en negativo. Este resultado se debió, principalmente, a los menores envíos de productos mineros no metálicos (-25.8%), textiles (-18.8%) y agropecuarios (-1.8%).
En noviembre, en detalle, la minería recuperó dinamismo al crecer 10.6%, su mayor ritmo en cuatro meses. Esto respondió a la mayor extracción de molibdeno (19.5%), cobre (11.7%) y oro (9.7%), explicó el IPE..
Por su parte, el despacho local de cemento retrocedió a doble dígito por décima vez en el año (-12.3%). Esta contracción es similar al mes anterior y anticiparía la posibilidad de una nueva contracción de la inversión privada en el cuarto trimestre del 2023.
Respecto al mercado laboral, la creación de empleos adecuados en Lima Metropolitana continuó perdiendo dinamismo y creció solo 2.5% en el periodo setiembre-noviembre. Así, el número de puestos de trabajo adecuados por recuperar para alcanzar los niveles prepandemia ascendió a 169 mil.
En cuanto a los indicadores de consumo, el precio del pollo en centros de acopio de Lima Metropolitana aumentó a S/7.1 por kilogramo en noviembre, su mayor nivel desde julio. Con ello, las ventas disminuyeron de 1,900 toneladas en noviembre a 1,800 en diciembre, 15% por debajo del volumen alcanzado hace un año.
Por otro lado, la demanda de electricidad creció solo 0.9% en diciembre, lo que indica una ligera recuperación respecto al mes anterior. Este mayor dinamismo se debe a una recuperación en el consumo de la minería (0.3%), que contrarrestó el menor crecimiento de la demanda entre usuarios no mineros (1.2%).
Finalmente, la inversión pública registró su mayor crecimiento en el año (25.0%), en términos reales, luego de cinco meses de contracción. Este resultado se dio por el impulso de cierre de año del gasto de los gobiernos regionales (74.1%) y el Gobierno Nacional (38.4%). En tanto, la inversión de los gobiernos locales se redujo en 3.2% durante el mes.