Sergio Martínez, director de Transvial, refiere que el “único intento que conozco de aplicar una tecnología sostenible ambientalmente hablando” para el sector de transportes en el Perú, y “que tenía todos los requisitos para ser un éxito”, es el proyecto del Metropolitano. Para el ejecutivo, presente en el panel Transporte Sostenible al 2030: ¿Estamos en la ruta correcta? del congreso Transporte Sostenible 2025, tenía todo para convertirse en un ejemplo de proyecto vial público apoyado por un socio técnico. Tenía la infraestructura y el apoyo gubernamental. Pero hoy, más de una década después de su puesta en marcha, afirma Martínez, el proyecto no es un éxito “básicamente por un punto: porque las autoridades decidieron que no lo fuera”.
A entender de Martínez, las autoridades “decidieron no cumplir con el contrato de concesión principalmente por dos motivos: no se finalizó la infraestructura” y “se dejó el transporte tradicional compitiendo con el Metropolitano”. Estos motivos tienen como consecuencia una víctima: el usuario.
Por tanto, para el ejecutivo de Transvial, con sede en Madrid, lo prioritario es que se deben replicar proyectos que hayan sido un éxito. y “¿cuál es el secreto para que sea un caso de éxito?”, preguntó. “Que exista una verdadera intención para llevar esos proyectos a cabo. Que sea independiente de cualquier sesgo político, y que ponga a los ciudadanos primero”.
Transvial ha decidido recientemente apostar a gran escala por la electrificación. Prueban buses eléctricos desde el 2007, pero ahora están convencidos de que es económicamente viable y “solo hace falta una intención política”. Y añade: “ Suena muy sencillo. Pero es que realmente es así. Ya no existe ninguna limitación técnica que nos impida llegar a 2030 con un transporte sostenible”.
Más alternativas
Los sistemas de transporte son eslabones que potencian la competitividad de un país o la debilitan, según sea el caso, refirió Carlos Posada, director institucional, Cámara de Comercio de Lima, quien señala que el Perú no le debe tener animadversión a ningún tipo de energía. “Está bien tratar de seguir ciertas tendencias que han sido validadas en otros espacios del mundo. Pero no por ello podemos sacrificar competitividad y desarrollo país”, dijo.
“Tenemos países que utilizan mucho el GNV. Otros quieren migrar hacia una matriz eléctrica. Pero hay también potencias mundiales que aún hoy día no han sido capaces de migrar a otras tecnologías, y es allí donde el diésel, el petróleo y la gasolina siguen siendo un gran elemento de generación de movilidad y de transporte. Por eso partimos de la intervención diciendo que no hay que tener animación a ningún tipo de energía”, reseña Posada.
Ahora bien, y dejando de lado el tipo de energía por el que se opte, el punto axial es y será la política nacional. Para el empresario, las políticas públicas relativas al transporte deben ser de amplio espectro y dejando la elección final en manos del privado. “Deben ser propuestas que le den la mayor cantidad de oportunidades a la empresa o al sector privado para decidir. Hay sectores que apuntarán por el GNV por su naturaleza. Hay otros que dirán electromovilidad. Hay otros que elegirán seguir con el petróleo y la gasolina”, dijo.
Otro aspecto tangencial es el parque automotor. Posada señala que estamos haciendo las cosas al revés pues se deben aumentar los impuestos a los autos antiguos y muy antiguos dado que contaminan más y, al contrario, dar ventajas a los autos modernos.
Menor demanda de energía
Edwin Chavarri, decano del Colegio de Ingenieros del Perú-CD Lima, dijo que para su institución un transporte sostenible requiere menos energía y no más. “Transporte sostenible es menor demanda de energía que nos ayude a reducir las emisiones de efecto invernadero”, indica.
El colegio profesional considera que el ingreso de las nuevas tecnologías debe ser gradual y medible, y al mismo tiempo debe existir una verdadera política del fomento de inversiones. “Nos falta definir la política nacional del sistema ferroviario”, subraya. “Hace falta integración y un liderazgo claro y no aislado”.
Lo tenemos que aprovechar
En el 2021, la Asociación Automotriz del Perú presentó el Plan Nacional de Electromovilidad. “Les voy a ser sinceros. Es un documento de más de 300 páginas y ninguna de las medidas que propone se han implementado”, revela Elliot Tarazona, su gerente técnico. “En el Congreso de la República, hubo más de 30 proyectos de ley de promoción del electro movilidad presentados por todas las bancadas. Debería ser la ley más votada”.
Tarazona reveló que mientras Colombia reduce los tributos a los vehículos electrificados, en el Perú ni siquiera se ha considerado librarlos del IGV. “Tenemos una penetración que no llega al 4% en electromovilidad, mientras que otros países de Latinoamérica están por encima del 20%”.
“Otro tema que avanza muy lento es el gas natural. Hemos podido ver las ventajas que nos ofrece respecto al transporte pesado. Sin embargo, habilitar estos vehículos está siendo complicado”, manifiesta Tarazona. “Apostamos por los combustibles limpios. Con el Euro 6, vehículos a gas natural y no solo porque reduce las emisiones en 20% a 30% con respecto a otros hidrocarburos, sino porque ese recurso energético es nuestro, y lo tenemos que aprovechar”.
Proyecto
Abel Gallegos, director de la Dirección de Fortalecimiento y Planificación de la Movilidad de Promovilidad, parte del Ministerio de Transportes y Comunicaciones, sostiene que su institución busca promover la aplicación de la Política Nacional del Transporte Urbano, “que las ciudades tengan sistemas integrados de transporte con enfoque de movilidad”.
La entidad está presente en diversas ciudades del país que enfrentan diversos problemas viales. Los planes no pueden ser los mismos para todos. “Entonces, enfrentamos estas condiciones a nivel político, a nivel de normativa local, a nivel de inversiones”, relata.
Uno de los proyectos emblemáticos es el Corredor Norte-Sur de Trujillo, que tiene como componentes importantes los patio-taller, donde se ha previsto edificar gasocentros, un corredor segregado para optimizar la velocidad y el tiempo de viaje, paraderos y demás. “En este momento se encuentra en expediente técnico”, afirma.
Mientras Bogotá y Chile tienen más de mil vehículos de transporte público eléctricos, el Perú no tiene ni siquiera uno, recalca María Jara, ex ministra de Transportes y Comunicaciones y moderadora del panel. “En materia de transporte tenemos 40 mil millones de dólares de brecha (…) Pero, recordemos, la infraestructura no es el objetivo. El objetivo es el desarrollo”, manifiesta.
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