El ministro de Economía y Finanzas, Raúl Pérez Reyes, participó en la firma del convenio de encargo para la Nueva Concesión de las Obras de Trasvase del Proyecto Olmos entre el Gobierno Regional de Lambayeque y ProInversión, realizado en la ciudad de Chiclayo, en Lambayeque.
“El desarrollo del agro en el norte del país depende del uso sostenible del agua. Desde el MEF garantizamos la sostenibilidad del Proyecto Olmos y la seguridad hídrica necesaria para impulsar la agricultura, la agroexportación y el empleo en Lambayeque”, afirmó el ministro Pérez Reyes. “Hoy damos un paso firme para asegurar agua, empleo y progreso para Lambayeque y para todo el Perú”, dijo.
A través de este convenio, ProInversión asumirá la contratación y supervisión de los estudios técnicos de preinversión para la sobreelevación de la presa Limón, así como el diseño, conducción y desarrollo del proceso de promoción de inversión privada bajo el esquema de Asociación Público-Privada (APP).
El nuevo esquema APP incluirá, además de la sobreelevación de la presa Limón, la construcción de una toma definitiva, la habilitación del tramo lateral del túnel trasandino, obras auxiliares para el control de sedimentos, defensa ribereña y la reubicación del tramo del Oleoducto Norperuano que atraviesa el vaso de la presa, y adicionalmente la operación y mantenimiento de todo el sistema hidraulico e infraestructura del proyecto.
El ministro también explicó que, ante la finalización del contrato de concesión vigente el 25 de septiembre, el Proyecto Especial Olmos Tinajones (PEOT) asumirá temporalmente la operación del sistema con respaldo técnico, legal y financiero del Estado. Esta medida será oficializada mediante un decreto de urgencia que transferirá las funciones operativas y de mantenimiento al PEOT, mientras se lanza una nueva licitación para la concesión integral del sistema.
Pérez Reyes resaltó que la primera fase de Olmos permitió irrigar más de 43.000 hectáreas, transformando el desierto en un fértil valle agroexportador, con más de US$ 3.000 millones en inversión privada, una producción agrícola anual cercana a los US$ 1.000 millones y una importante reducción de la pobreza en la región.
“Y eso es solo el inicio. Las siguientes fases permitirán incorporar hasta 120 mil hectáreas adicionales al riego, generando miles de empleos, atrayendo nueva inversión, diversificando la economía regional y aportando divisas al país”, señaló.