Durante el panel “Experiencias en la masificación del gas natural en otras regiones. Lecciones aprendidas”, en el marco del evento PERÚ ENERGÍA Sur Cusco, representantes de empresas distribuidoras y del sector hidrocarburos reflexionaron sobre los avances, retos y fracasos que ha tenido la masificación del gas natural en el Perú, dejando un mensaje claro: sin un rediseño del modelo actual, las regiones del sur difícilmente alcanzarán un acceso sostenible y competitivo a este recurso.
Juan Miguel Cayo, gerente general de Contugas, fue enfático al señalar que “es imperdonable que, después de 20 años de haber llegado el gas natural a Lima, Cusco no lo tenga todavía”. Según explicó, el problema radica en un mal diseño de los mecanismos de masificación. A su juicio, el único modelo que ha funcionado es aquel en el que existen industrias ancla, como ocurre en Ica con Aceros Arequipa, que permiten un subsidio cruzado entre grandes consumidores industriales y usuarios residenciales. Por ello, advirtió que cualquier concesión planteada para Cusco o el sur, sin una base industrial sólida, está condenada a fracasar. “La única solución es colgarse de las anclas de Lima para llevar gas en condiciones competitivas a las regiones”, afirmó.
Alexandra Boero, gerente de Asuntos Corporativos de Promigas Perú, abordó el problema de la falta de predictibilidad regulatoria, especialmente relevante para inversionistas de largo plazo como Quavii. “Necesitamos una política de Estado, no de gobierno”, sostuvo, y criticó la limitada efectividad de la tarifa nivelada, aprobada recientemente, pero restringida a un consumo de solo 50 mil m³, lo cual impide generar un impacto real en las conexiones fuera de Lima.
Desde Cálidda, Martín Mejía, su director general, compartió los avances logrados en Lima y Callao, donde ya suman 2 millones de conexiones domiciliarias y más de 18 mil km de redes. Señaló que un punto de inflexión fue la incorporación del programa Bonogas del FISE, que permitió duplicar el ritmo de conexiones. No obstante, también destacó los desafíos operativos: “solo en 2024, para construir 1,200 km de redes, gestionamos 3 mil permisos municipales”. La necesidad de simplificar trámites y contar con una normativa más ágil fue un llamado común.
Tiffany Bayly, gerente general de la Sociedad Peruana de Hidrocarburos, resaltó que la masificación no es sencilla ni desde el punto de vista técnico ni administrativo. “Nos falta una estrategia a nivel país”, dijo, e instó a alinear esfuerzos entre el sector público y privado. “Tenemos empresas dispuestas a descentralizar el desarrollo. Aprendamos de estas experiencias y pongamos todos el hombro”.