La conflictividad social que mantiene en tensión y paraliza proyectos mineros por mucho tiempo, sostiene Felipe Valencia- Dongo, socio principal de Grupo Estrategia, podrían generar pérdidas económicas mayores a los que podría ocasionar la aplicación de aranceles de Estados Unidos al cobre peruano. Así lo remarcó durante su participación como panelista en el pasado Jueves Minero, organizado por el Instituto de Ingenieros de Minas del Perú.
“El costo de los conflictos sociales o de la falta de aceptación social es mucho más alto que el costo de un arancel”, sostuvo. Valencia-Dongo también señaló que si bien la coyuntura internacional está marcada por una creciente incertidumbre, el Perú no tiene autoridad para influir sobre factores externos. “Somos shock takers, tomadores de los impactos que vienen del extranjero, y ni siquiera podemos predecirlos muchas veces”, agregó.
Ante este panorama de incertidumbre global, el especialista planteó que el verdadero reto para el país está en fortalecer las condiciones internas que permitan mantener la competitividad del sector minero.
El panelista también advirtió que de cara al proceso electoral de 2026, el riesgo de una mayor politización del discurso antiminero se incrementará. “Habrá regiones como Cajamarca o Arequipa con hasta 180 candidatos a diputados, y para buscar posicionamiento, golpearán al gran capital, especialmente al minero. Eso se vuelve una estrategia política rentable”, advirtió. “Como sector tenemos que trabajar con la mayoría silenciosa (personas que están a favor de la minería pero que no lo expresan abiertamente). La incertidumbre en el mundo va a crecer, pero nosotros tenemos que ser cada vez más resilientes y atractivos a la inversión”.