“El transporte es una de las fuentes más importantes de emisiones de gases de efecto invernadero. La energía colabora con un 30.1% de las emisiones y de este total el 40% proviene del transporte”, dijo José Cáceres, jefe de ingeniería y calidad de Terpel, que en el Perú representa a la marca de lubricante de Mobil.
En el caso de la minería, afirmó que los camiones consumen combustibles fósiles para generar energía que resulta no ser 100% eficiente y produce grandes pérdidas de calor, debido a la alta fricción entre los componentes del vehículo.
“Los lubricantes sintéticos que reducen la fricción contribuyen directamente con la descarbonización y eficiencia energética en el transporte, aportando un menor consumo de combustible en camiones, menor consumo de electricidad en las plantas procesadoras y menor generación de aceite usado en la cadena de suministro”, remarcó.
Con el fin de reducir el contacto entre piezas mecánicas, sostuvo que los avances de la tribología, ciencia que estudia la fricción y el desgaste por roces entre superficies sólidas en movimiento, ha permitido el desarrollo tecnológico de lubricantes eficientes en el control de consumo de energía.
A modo de ejemplo, sostuvo que en una conocida operación minera se logró reducir las emisiones de GEI en más de 11,600 kg de CO2 equivalente por la menor cantidad de consumo de aceites minerales y la introducción de aceites sintéticos en la flota de scooptrams.