Celepsa se visiona como una empresa cuya producción eléctrica será más renovable que nunca y para ello tiene pensado poner en marcha una cartera de futuras plantas de generación con una potencia instalada mayor a los 1000 MW, volumen que casi duplica su capacidad actual. Pero, así como está centrada en sus proyectos de infraestructura energética, también le preocupa el tedioso camino de la tramitología, sobre todo la licencia de uso de suelos, uno de los permisos que puede frustrar el desarrollo de iniciativas de inversión en el sector. Eduardo Rivas, rostro principal de esta compañía, declara para esta revista a continuación.
Con relación a los orígenes y actualidad de Celepsa, ¿cómo surge esta empresa, a qué se dedica y cuántos activos opera en el Perú?
Celepsa es la unidad de negocio energético del Grupo UNACEM y bajo esa mirada desarrolló el proyecto hidroeléctrico El Platanal, el cual lleva 14 años de operación y su foco ha sido proveer energía confiable y sostenible para el Grupo y luego para el resto del mercado. Actualmente, operamos 4 centrales de generación, centrales hidroeléctricas con tecnología de punta, El Platanal, Marañón y las Carpapatas (activo de UNACEM), así como una central termoeléctrica a gas natural, Santo Domingo de los Olleros (Termochilca). Cabe resaltar que estamos alineados junto con el Grupo UNACEM en alcanzar el carbono neutralidad hacia el 2050 y, por ende, buscamos apoyar tanto a las operaciones del Grupo como al resto de nuestros clientes en ese gran desafío que tenemos como unidad.
¿Cómo impacta la adquisición de Termochilca en la visión de crecimiento del negocio de la generación y comercialización de energía de Celepsa?
La compra de Termochilca complementa la plataforma hidrotérmica que requería Celepsa… Puede leer esta entrevista aquí.