En un contexto de creciente debate sobre la transición hacia fuentes de energía más sostenibles, surgen declaraciones clave sobre el desafío inherente en el desarrollo minero. John Thompson explicó algunos retos importantes que afronta actualmente el sector, en su participación en el seminario Rumbo a proEXPLO, organizado por el Instituto de Ingenieros de Minas del Perú (IIMP).
El geocientífico explicó que durante el periodo comprendido entre 1994 y 2020, la producción de cobre mostró un incremento constante. Sin embargo, también se observa un aumento en las reservas del mineral. Este crecimiento en las reservas indica la capacidad de abastecimiento durante dicho período, sin claras indicaciones sobre su continuación en el futuro.
Además, Thompson señala que el principal reto reside en el desarrollo de minas que contienen concentraciones más bajas de recursos, como el cobre. La disminución en la ley del mineral implica un proceso más complejo y desafiante de extracción.
“La transición energética no es el problema, el problema es que desarrollamos minas que tienen concentraciones de cobre más bajas, lo que significa que efectivamente estamos minando más y más roca para obtener esa cantidad adicional de cobre que necesitamos para cubrir la demanda”, indicó.
Este fenómeno conlleva un aumento en el consumo de energía, agua y la generación de desperdicios, representando un conflicto directo con los principios de sostenibilidad y mitigación del cambio climático.
El experto comenta que el reto se intensifica con las consideraciones socioambientales y geopolíticas, así como con la volatilidad del mercado de metales. La fluctuación en los precios del cobre, litio y otros metales amenaza la viabilidad financiera de la construcción de nuevas minas, limitando así el suministro futuro de estos recursos críticos.
La industria minera desempeña un papel vital en la transición energética y la mitigación del cambio climático al proporcionar los metales necesarios para tecnologías limpias. No obstante, para garantizar su contribución efectiva, es fundamental abordar los desafíos relacionados con la calidad y disponibilidad de los recursos, así como con las dinámicas socioeconómicas y de mercado.
“La necesidad de alejarse de las emisiones de CO2 y explorar soluciones innovadoras es clara. Esto implica reconsiderar nuestras prácticas actuales y adoptar tecnologías más eficientes para reducir el consumo de energía en el movimiento, transporte y procesamiento de material”, señaló.
El especialista indicó que estrategias como el chancado en el mismo tajo, la implementación de mejores tecnologías de trituración y el desarrollo de procesos más eficientes en las plantas mineras son áreas clave de enfoque.